Los médicos no están capacitados para dirigir la Odontología

F. JAVIER CORTÉS MARTINICORENA
F. JAVIER CORTÉS MARTINICORENA ESTOMATÓLOGO. DOCTOR EN MEDICINA Y CIRUGÍA

Es un asunto viejo el que los servicios de salud dental de muchas comunidades autónomas están dirigidos por médicos y no por odontólogos. De ello dan fe los sucesivos informes que, sobre el estado y desarrollo de estos servicios, edita Sespo desde el año 2001 y cuya última edición es de 2014 (RCOE 2014, Vol. 19 Supl. 1. Especial Sespo). Pero no por viejo es menos preocupante y anormal: Sespo ha denunciado esta situación en diferentes ocasiones. Quizás sea el momento de retomar el asunto.

Esta situación viene de los años en que se iniciaban en España los primeros programas preventivos de la salud dental, los programas de enjuagues de flúor en las escuelas (año 1980) que, la mayoría de comunidades que los incorporaron, lo hicieron de la mano de programas especiales de atención a la infancia, dirigidos por médicos de salud pública. Eran las primeras acciones preventivas en este campo, porque a las asistenciales les quedaban años por llegar. La salud oral o bucodental –que de varias formas se le nombra– ha estado siempre desatendida por nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS). Hay que reconocer que en aquel tiempo el número de profesionales del sector era más bien escaso y, desde luego, había solo algunas individualidades con formación en odontología comunitaria. Pero ha llovido mucho desde entonces y hoy existen en España varias universidades que ponen cada año en el pool de recursos humanos, profesionales dentistas formados en esta disciplina y aptos para desempeñar esta labor: planificar y dirigir los servicios de salud bucodental. Así es que, así como hace un tiempo se podía alegar falta de recursos para ocupar esos puestos, hoy ya no es el caso; más bien parece falta de voluntad política, o peor, una falta de conocimiento.

El desarrollo de funciones de odontología comunitaria que la normativa vigente reserva a las profesiones dentales en sus diferentes niveles competenciales, por personas que pudieran carecer de la titulación exigida, sería una práctica denunciable. Y éste es el caso que se está produciendo en algunas administraciones del SNS. Los médicos no están capacitados para dirigir la Odontología. Las organizaciones profesionales (Consejo, colegios, csociaciones profesionales, etc.) que han denunciado y perseguido con éxito el intrusismo profesional en el campo asistencial a las personas, no han puesto hasta la fecha el mismo empeño en combatir la práctica del intrusismo profesional en la asistencia dental a la comunidad, posiblemente por no haber sido evidente para ellos. Pues bien, sirva este pequeño artículo, esta pequeña contribución, para que estudien el tema y defiendan este campo como defienden la buena praxis en la atención dental a los individuos.

 

 

El SNS tiene excelentes profesionales en Odontología Comunitaria, Epidemiología y Salud Pública Dental y es a ellos a quienes corresponde desarrollar funciones que la sociedad, a través de su legislación, les ha encomendado. Según el último informe Sespo, solo 7 de las 19 comunidades autónomas cuentan con una unidad específica de gestión de servicios de salud dental con un odontólogo al frente. ¿Alguien comprendería que la dirección médica del hospital estuviera a cargo de un ingeniero? Los organismos profesionales y de la administración sanitaria se deberían poner ya a la tarea de corregir esta irregularidad. Los que estamos al tanto de ello pero no tenemos poder de intervención, ya hemos hecho lo que debíamos: denunciarlo reiteradas veces. Les toca a ustedes corregirlo. ●