Hablamos con Rafael Roldán, presidente del Colegio de Dentistas de Córdoba que nos trasmite su opinión sobre la situación actual de la profesión y sus primeras impresiones sobre el recién aprobado plan de Salud Bucodental del Gobierno de Andalucía, con satisfacción por lo que puede ser de avance en los derechos de los ciudadanos en salud bucodental y al mismo tiempo la cautela que estos nuevos proyectos exigen.
¿Cuáles son las principales dificultades que afrontan los colegiados en Córdoba?
No creo que sean diferentes al resto de colegiados de otras provincias. Quizás la más importante sea las dificultades de incorporarse al mercado laboral por parte de los recién egresados de la facultad, que son muy altas. Un estudio realizado recientemente en el Colegio de Córdoba, que abarca los 12 últimos años, ha mostrado que las nuevas colegiaciones en Córdoba son mayoritariamente por cuenta ajena. Sin duda un cambio radical si conocemos la historia de nuestra profesión, ejemplo de profesión liberal.
¿Cuáles son los temas más importantes de la profesión en este momento?
Hay dos temas que ocupan las principales demandas de nuestra organización colegial, y que se vienen repitiendo desde hace muchos años. Una, la creación de las especialidades odontológicas y la otra, la tramitación de una ley de publicidad sanitaria.
¿Qué tipo de proyectos desarrolla el Colegio de Córdoba y cuáles son sus planes más inmediatos?
Nuestro Colegio trabaja y la lucha contra el intrusismo, vigila el cumplimiento de nuestro código deontológico, y elabora un pro- grama de formación continuada adaptado a las necesidades de nuestros colegiados. Al mismo tiempo desde el Colegio se persigue ayudar a que sus colegiados estén al día en el cumplimiento normativo y administrativo, que como sabemos se ha vuelto verdaderamente asfixiante en las clínicas dentales. Puedo asegurar que nuestro Colegio da una respuesta más o menos inmediata a las necesidades de cumplir esas obligaciones administrativas por parte de las clínicas dentales.
¿Cómo valora el nivel de los odontólogos actualmente? ¿Las nuevas promociones salen a la vida profesional con una buena formación?
El ejercicio profesional de la odontología necesita una formación continuada permanente y constantemente actualizada. Desde que se sale de la Facultad. Eso hace necesario que los Colegios trabajen en elaborar un programa de formación continuada de calidad que dé respuesta a las necesidades de actualizar sus conocimientos. No tenemos datos de una supuesta diferencia en la formación de los recién egresados respecto de otros colegiados con mayor tiempo de ejercicio profesional, pero, por otro lado, el balance de las reclamaciones presentadas ante nuestra Comisión Deontológica no muestra diferencias significativas en función de años de ejercicio profesional.
¿Cree que los odontólogos son buenos gestores como empresarios?
Soy de la opinión que una de las causas de la irrupción de las empresas mercantiles y empresarios ajenos a nuestra profesión, vino y viene motivado por la escasa preparación y visión empresarial de nuestro colectivo. Bien es verdad, que las cosas están cambiando. Por otro lado, me gustaría señalar, que todos los Colegios de Dentistas deben de estar atento a que la actividad sanitaria en una clínica ajena a la propiedad de un dentista, tenga unos límites éticos y sobre todo unos mínimos de calidad asistencial.
¿Considera que desarrollar la faceta empresarial y la formación de los nuevos dentistas en esta materia ayudaría a mantener la profesión en manos de los profesionales?
Ser dentista y a la vez empresario no es incompatible. Ahora bien, los Colegios deben garantizar el principio de independencia en el ejercicio profesional de sus colegiados, y estos ser autosuficientes y autónomos a la hora de tomar decisiones sobre su actividad sanitaria. Y todo ello por encima del criterio jerárquico empresarial de obtener a toda costa cuanto mayor beneficio económico mejor.
El Gobierne Andaluz acaba de aprobar un ambicioso “Plan de Salud Bucodental”. ¿Han contado con los colegios, como representantes que son de la profesión, en la elaboración del plan?
Por lo que sabemos, el plan integral de salud bucodental se ha vertebrado a partir de un análisis de la situación previa de la salud bucodental pública en Andalucía. Tiene una duración de 4 años (2023 al 2027). Para su elaboración se han basado en encuestas de salud, y también de la suma de contribuciones de un conjunto numeroso de profesionales de la odontología y otras ramas sanitarias, así como diversas Sociedades Científicas, si bien desconocemos el alcance e importancia de las aportaciones de cada una.
Desde nuestra responsabilidad colegial opinamos que cualquier plan de salud bucodental tiene que contar también, con quién ostenta la máxima representación de estos: los Colegios Oficiales de Dentistas de Andalucía, representados por el Consejo Andaluz, que aglutinan al conjunto de dentistas de nuestra Comunidad. Una vez redactado el Plan Integral, requerir nuestra participación solo como observaciones y sugerencias al borrador finalizado, no es suficiente. Y es lo que se ha hecho.
¿Qué nos puede destacar en positivo de este “plan”?
Siendo sincero, elaborar un plan salud bucodental, es ya un paso de gigante. Y tenemos que aplaudir esta iniciativa, así como agradecer a todos aquellos que han dedicado su tiempo y esfuerzo en su elaboración y redacción. Y sinceramente, aunque no aborda ni da soluciones completas a la salud bucodental de los ciudadanos andaluces, hemos de aceptar que es una excelente iniciativa. Desde los Colegios estaremos dispuestos a colaborar en todo lo que sea necesario y así se lo hemos hecho llegar a la administración sanitaria.
¿Qué aspectos considera que deben implementarse o mejorarse?
Dicho sea, con el debido respeto, el Plan Integral, en su conjunto, no da respuesta a las necesidades sanitarias bucodentales de la población andaluza dado que obvia la realidad, que no es otra que el conjunto de la asistencia, promoción y prevención, diagnóstico y tratamiento en el área bucodental de Andalucía es mayoritariamente privado. De hecho, podríamos afirmar que por encima del 94% de la profesión ejerce de forma privada. El Plan va dirigido a la salud bucodental pública.
¿Considera que se podrá disponer de recursos suficientes para su pleno funcionamiento?
Pues no sabría que contestar porque nada conocemos de la existencia o no de disponibilidad presupuestaria suficiente para aplicar el plan integral. Y personalmente soy de la opinión que la incorporación de nuevas prestaciones asistenciales necesita armonizar los objetivos a alcanzar y los costes derivados de ellos. Los Colegios andaluces, nada saben de si existe o no la suficiente disponibilidad presupuestaria para alcanzar todos los objetivos, desde un análisis coste/efectividad. Queda mucho trabajo por hacer.
¿En la gestión de este plan se contempla al odontólogo como actor principal en la toma de decisiones tanto clínicas como de gestión?
Hace muchos años que los profesionales de la odontoestomato- logia dejaron de tener “mando en plaza”, respecto de las políticas de salud bucodental. Es más, el porcentaje de la contribución concreta a mejorar el sistema de prestación de salud bucodental, por parte de los profesionales y organización profesional, es cada vez menor. Si acaso se nos pide colaboración cuando las cosas ya están hechas.
¿Qué le pediría al legislador como prioritario si le diesen la oportunidad?
Conociendo la situación actual de la sanidad bucodental, es inteligente y necesario buscar fórmulas de colaboración e inversión, entre la sanidad bucodental pública y la privada, aprovechando los recursos de personal y tecnología de estas últimas. Un claro ejemplo de colaboración sanitaria público-privada, es el PADA (plan de atención dental infantil de Andalucía). El objetivo es beneficiarse del conjunto de dichos recursos y que se les ofrezca a los pacientes. Lo que para mí es realmente prioritario es defender el PADA, hacerlo crecer, dado que los datos disponibles muestran que hay una tendencia a menor utilización de este plan, por parte de las familias, y por otro lado actualizar el precio de capitación, dado que en Andalucía es notablemente inferior al de otras comunidades.