Leucoplasia

Francisco Cardona Tortajada, MD, DOS, PHD

Jefe de Sección de Salud Bucal. Servicio Navarro de Salud.

Presentamos el caso de una paciente de 62 años que acude a la Sección de Salud Bucodental remitida por médico de cabecera de Atención Primaria porque le ha consultado por una mancha que se ha notado en la boca. Es una paciente sin antecedentes de interés, pero fumadora de un paquete de cigarrillos al día, desde hace muchos años. A la exploración se puede ver, figura 1, que se trata de varias leucoplasias homogéneas localizadas en el suelo de la boca, la palpación descarta la induración, se mantiene la elasticidad de la mucosa, ligeramente reducida por las placas leucoplásicas. El primer consejo es indicarle a la paciente la cesación en el tabaco, y revisarla pasado un poco de tiempo. En la revisión posterior, aunque ha disminuido la cantidad de tabaco fumado a la mitad, las leucoplasias siguen igual. Parece difícil su extirpación quirúrgica, por lo que tras la biopsia (como dicen los expertos, el mejor sitio para una leucoplasia es el porta de un microscopio) habría que planificar el tratamiento con láser de CO2.

La leucoplasia es una lesión premaligna; aunque las leucoplasias homogéneas son las que menos malignizan, la localización en el suelo de la boca sí es de mayor riesgo que otras localizaciones en la cavidad oral.

Aunque en este caso hemos presentado una leucoplasia homogénea, la más habitual, como lo es también la de la figura 2, hay que tener en cuenta que pueden existir leucoplasias no homogéneas, nodulares (figuras 3 y 4) o eritroleucoplasias (figuras 5 y 6) que tienen mayor posibilidad de malignizar. Por último cabe destacar la existencia de la leucoplasia verrugosa proliferativa (figuras 7, 8 y 9), cuyo porcentaje de malignización en muchísimo mayor.