No es fácil encontrar personas con un currículum tan brillante y extenso como el de Laura.
Da la impresión de que sus días han sido de 36 horas excelentemente aprovechadas.
Licenciada y Doctora en Odontología por la Universidad de Granada, premio extraordinario de la carrera en ambos grados. Ha sido vicedecana de la Facultad de Odontología de la U.R.J.C., directora de la Clínica Universitaria y actualmente es catedrático en la Universidad Rey Juan Carlos y Co-directora del Título Propio “Máster en Odontología Restauradora Estética y Endodoncia”, y Coordinadora del Grupo de Investigación de alto rendimiento IDIBO (Investigación, Desarrollo e Innovación en Biomateriales Odontológicos).
Ha sido miembro de la Junta del Colegio de la 1ª Región y de su Comisión Científica, teniendo en su haber la Placa al Mérito científico del Colegio.
Miembro de la sociedad Española de Odontología Conservadora (SEOC), de la que ha sido vicepresidenta y presidenta.
Miembro de la Sociedad Española de Prótesis Estomatológica y Estética (SEPES) y de la International Association of Dental Research (IADR).
Miembro del Comité Ejecutivo de la European Federation of Conservative Dentistry (EFCD) y editora de su página web.
Autora de numerosas publicaciones en revistas internacionales en el ámbito de la Odontología restauradora.
Madre de cuatro hijos sus amigos la definen como una persona excepcional, entrañable y cariñosa que cuando habla todos la escuchan.
¿Qué le motivó a realizar los estudios de odontología?
La Odontología ha sido parte de mi vida desde siempre. Soy hija, nieta y sobrina de dentistas. Mi padre tenía su clínica en el mismo edifi cio en el que vivíamos y durante un tiempo hasta la misma línea telefónica. Así que desde pequeña he percibido el cariño a la profesión y el respeto a los pacientes. Además, tanto mi padre como mi madre han sido profesores en la Universidad de Granada, ambos con una gran dedicación docente y muy implicados en la vida universitaria. Prácticamente desde que comencé mis estudios universitarios quise continuar de alguna forma vinculada a la misma.
Como Catedrática de Universidad. ¿Cómo valora el papel de la Universidad pública en la formación de los nuevos profesionales?
La misión esencial de la Universidad pública es formar a los mejores profesionales de la Odontología. Creo que la mayoría de las Universidades públicas han liderado la formación odontológica durante muchos años, pero es muy importante que los docentes no perdamos de vista que los alumnos dan el sentido a nuestro trabajo. El sistema de promoción del profesorado no prima la docencia, sino la investigación, y eso puede llevar a los profesores
a no dar toda la relevancia que merece el enseñar a los alumnos.
Estoy convencida de que formamos excelentes profesionales, pero debemos hacer un esfuerzo en adaptar los contenidos y estructura de los planes de estudio a los rápidos cambios que está experimentando la profesión. También tenemos que mimar la formación integral de nuestros alumnos transmitiéndoles no solo conocimientos sino también una forma de ejercer la Odontología conforme a principios éticos y deontológicos.
Por último, las universidades públicas van a tener que afrontar dos problemas importantes: el cambio generacional del profesorado con mayor categoría académica, para el que no veo que nos estemos preparando, y la incorporación de las nuevas tecnologías en la docencia clínica, esenciales actualmente. De alguna forma tenemos que buscar las Universidades públicas la forma de ser más ágiles y no perder comba.
Desde su punto de vista, ¿Cuál es el nivel de España en investigación en el área de odontología?
En España tenemos grupos de investigación que son referencia a nivel internacional en algunos campos de la Odontología. Sin embargo, creo que nos queda un enorme camino por recorrer. En general, la investigación no está todo lo reconocida que debiera, y en el caso de la Odontología el panorama es aún peor. La investigación necesita laboratorios bien dotados, grupos de investigación estables, financiación y mucha dedicación. En la mayoría de los casos solo contamos con esta última y así es muy difícil ser eficientes. Además, si hacer carrera académica hoy en día es un camino de obstáculos, en el caso de la carrera investigadora sin vinculación a la docencia, directamente no existe. Los criterios actuales
no están haciendo atractiva la carrera universitaria para los recién graduados y vamos a perder mucho talento por el camino.
“La misión esencial de la Universidad pública es
formar a los mejores profesionales”
Sobre el debate de las especialidades en Odontología, ¿cuál es su opinión sobre el número de estas y dónde cree que se deben impartir esas especialidades?
Considero que el punto de partida imprescindible es crear un marco legal en el que se puedan desarrollar las especialidades, que están tardando demasiados años en llegar. Me parece más importante eso que el defi nir cuántas debe haber. En cuanto a su impartición, dada la estructura actual de la formación, debería realizarse en las Universidades.
¿Cuál es su valoración del nivel de los nuevos profesionales de la odontología?
Tenemos excelentes profesionales muy jóvenes, es algo evidente si acudimos a cualquier congreso hoy en día, sin que importe la especialidad. Es una época dorada de la Odontología en España. En mi día a día tengo la suerte de estar rodeada de odontólogos
muy jóvenes que me hacen mejor profesional.
¿Cree que limitar el número de alumnos que empiezan los estudios de odontología puede ser la solución para el exceso de profesionales que hay en nuestro país?
Mi opinión está muy sesgada en este tema pues trabajo en una Universidad pública a la que acceden un número muy reducido de alumnos cada año. Supongo que si todo el mundo lo dice debe haber exceso de profesionales, pero a mi me consta que los buenos profesionales están muy solicitados. Los recién graduados, o que terminan su Máster, y destacan encuentran trabajo de calidad independientemente de su edad. Creo que debemos esforzarnos en ser mejores, no en contar si somos muchos o pocos, sobre todo considerando que el ejercicio de nuestra profesión es eminentemente privado.
“No estoy especialmente a favor de las cuotas,
creo más en la capacidad de las personas”
¿Ha cambiado el perfil de los alumnos a lo largo de los últimos años?
Sí, nuestros alumnos no son ajenos al mundo en el que viven. Un ejemplo de ello es que cada vez tenemos más alumnos extranjeros con un bagaje cultural diverso. También destacaría que durante mucho tiempo hemos asumido que la única fuente de conocimiento para ellos era el profesor y los libros disponibles en la biblioteca, sin embargo, todo ha cambiado con internet y de alguna forma también tenemos que adaptarnos a esto. Son más dependientes de la tecnología, prefieren un conocimiento menos teórico y más aplicado y les cuesta discriminar la información importante de la irrelevante.
¿Qué factores cree usted que motivan a los jóvenes actualmente a iniciar los estudios de odontología?
La Odontología es una profesión apasionante, supongo que la posibilidad de mejorar la calidad de vida de sus futuros pacientes, su salud, su capacidad de masticar, sus sonrisas, su autoestima.
“En España tenemos grupos de investigación que
son referencia a nivel internacional en algunos
campos de la Odontología”
Más del 70% de los nuevos licenciados son mujeres, ¿cree que en general están dispuestas a competir por lo más alto como usted?
No lo sé, no he considerado mi carrera académica una competición contra nadie y menos aún contra el sexo masculino. Pero si me pregunta si creo que mis compañeras más jóvenes serán capaces de esforzarse por triunfar, le diré que sí, ya se esforzaron mucho para poder acceder a estudiar Odontología. Otra cosa es que no todo el mundo considere que el éxito es lo mismo, ser una buena profesional que cuida a sus pacientes y es querida
por ellos es un éxito, aunque no tenga un reconocimiento social manifiesto.
¿Qué le recomendaría a la administración pública para la Universidad?
A la administración pública le pediría que facilitara la labor de la Universidad permitiéndonos ser estructuras más dinámicas y acordes con los tiempos que corren, que no nos ahogara con tanta burocracia y fuera capaz de crear los medios para que las personas más valiosas no se perdieran por desesperación ante carreras académicas sin promoción posible o endogamia.
“En mi día a día tengo la suerte de estar rodeada
de odontólogos muy jóvenes que me hacen mejor
profesional”
Usted ha participado y participa activamente en el Colegio. ¿Cuál opina que debe ser el papel de los colegios profesionales en relación con la formación continuada?
Sí, para mi es un privilegio participar en el COEM pues considero una de sus labores principales es la formación continuada. Una vez acabada la etapa de formación en la Universidad, el Colegio pasa a ser la referencia para la formación que es imprescindible
durante toda la vida profesional si queremos dar el mejor tratamiento posible a nuestros pacientes. La formación continuada debe ser variada, de calidad y en distintos formatos, siendo la formación on-line un pilar en el que hay que apostar. Por supuesto, de alguna forma debería estar también reconocida para aquellos odontólogos que se preocupan por estar actualizados.
A nivel profesional, ¿qué actividad le reporta más satisfacción personal?
Tengo el privilegio de hacer aquello que me gusta: intentar mejorar la formación de futuros odontólogos y de compañeros, generar conocimiento a través de la investigación clínica y de laboratorio, e intento plasmarlo ofreciendo a mis pacientes el mejor tratamiento que considero y puedo realizar. Sin embargo, me gustaría destacar que son días especialmente felices para nuestro grupo aquellos en los que nos aceptan un nuevo artículo o se defiende una tesis doctoral.
El debate de las cuotas seguirá hasta que consideremos que hay plena igualdad ¿Cree usted que hay verdadera igualdad en el colectivo odontológico? ¿Qué opina de que haya tan pocas mujeres en los órganos de representación en proporción a la mayoría que representan en nuestro colectivo?
No estoy especialmente a favor de las cuotas, creo más en la capacidad de las personas. Si tuviera que atenerme a esas cuotas, en mi grupo de trabajo tendría que empezar a reclutar varones. Siempre me ha gustado pensar que cuentan conmigo por mi valía, no para cumplir una cuota, sería una forma de humillarme. Los órganos de representación son otra cosa, y siempre tienen un cariz político, por lo que otras capacidades como son los contactos, amistad, afinidad de ideas, pasan a jugar un papel más relevante. En ese mundo tengo que reconocer que los hombres se mueven, en general, mucho mejor que nosotras, y suele interesarles más. No obstante, nunca me he sentido relegada y me ha encantado trabajar con hombres brillantes a los que he admirado.
“Ser una buena profesional que cuida a sus
pacientes y es querida por ellos es un éxito”
¿Qué proyecto tiene a la vista en este momento?
Tengo más de los que puedo llevar a cabo con las pocas horas que tiene el día. A corto plazo, mejorar la producción científica de mi grupo de investigación, y en cuanto pueda, escribir un libro de Odontología Conservadora, tal y como la concibo hoy en día, ya
tengo fichados a los coautores.
Esta usted en contacto con los próximos profesionales. ¿Tiene alguna recomendación para ellos?
Los animaría a que disfrutaran con lo que hacen día a día, que mantengan el contacto con otros compañeros, que se actualicen, que hagan bien las cosas que todo llega, y aunque al principio sea complicado, el trabajo bien hecho siempre tiene sus frutos. Y que cuiden mucho a sus pacientes, como les gustaría que los trataran a ellos.