No confundir valores éticos con cumplimiento de la legalidad

Fernando Gutiérrez de Guzmán
Editor Odontólogos de hoy

La publicidad sanitaria es uno de esos problemas de siempre que, nunca se solucionan, más antiguo que el de las especialidades.

Mientras el ejercicio de los profesionales, en este caso hablemos de los “dentistas”, cada vez está más intervenido y regulado por las distintas administraciones públicas, el de la publicidad no termina de solucionarse.

Sanidad ha sometido a consulta pública el nuevo Proyecto de Real Decreto (RD) para regular la publicidad de productos sanitarios, ahora bien como ya se denuncia desde los consejos de las profesiones sanitarias, este RD no contempla la regulación de la publicidad de los servicios sanitarios. Mejor que nada si será y más si se consiguen introducir las mejoras que los consejos de las profesiones sanitarias proponen.

Uno de los problemas con los que choca este clamor desde las profesiones sanitarias, por una Ley de Publicidad Sanitaria, es que limitará a los grandes, insertados como están en los fondos de inversión y con más poder que todos los demás. Ya hemos dicho en alguna otra ocasión que el freno a los grandes grupos que ocasionaron problemas generalizados de salud por sus actuaciones no vino de las autoridades sanitarias, fue Hacienda quien les cortó las alas, valga la expresión.

Lo que no debemos confundir es ética con legalidad.

Presumir de cumplir con la legalidad vigente para justificar nuestras actuaciones no es un acto excepcional ni encomiable, es el mínimo a que estamos obligados.

Una cultura ética es la que promueve que se haga lo correcto incluso cuando la ley te permitiría no hacerlo.

Determinadas publicidades que vemos últimamente en los medios de comunicación, no parecen ser la forma más ética de defender la dignidad de la profesión.

El alarde de soluciones que hacen algunos profesionales, ofertando tratamientos y resultados, deja mucho que desear, llegan a respaldar sus servicios por la presencia de otros profesionales o la cantidad de metros cuadrados de sus instalaciones, garantizando comodidad y seguridad, hasta “recuperarás toda tu sonrisa”.

Nos recuerda una parodia del viejo feriante con el elixir que todo lo curaba.

Es curioso que los anuncios serios de servicios sanitarios suelen hacer especial mención a los métodos diagnósticos de última generación, sin osar ofrecer resultados terapéuticos. Estos dentistas suelen hablar de tratamientos, sin mencionar el diagnóstico en su información y garantizando el resultado vayas como vayas. ¿También garantizaran curarte un cáncer de boca? Me temo que eso no existe para ellos.