AUTORES
- Cristina Barona Dorado; https://orcid.org/0000-0003-0966-3276; +34 91 394 19 64; cbarona@ucm.es; (PhD, DDS, EBOSS)
- Elena Ibáñez Prieto Correspondencia: eibane02@ucm.es; +34 658 684 339; Pza. Ramón y Cajal, s/n, 28040 Madrid, España; https://orcid.org/0000-0003-0997-5288; (DDS, MsC)
- Natalia Martínez Rodríguez; https://orcid.org/0000-0002-4395-5953; nataliamartinez@ucm.es; (PhD, DDS, EBOSS)
- Fernando Fernández Cáliz; https://orcid.org/0000-0002-5452-9706; fernanfe@ucm.es; (PhD, DDS, EBOSS)
- José Mª Martínez González; https://orcid.org/0000-0001-6488-9265; +34 91 394 19 67; jmargo@odon.ucm.es; (PhD, DDS, EBOSS)
Filiación de todos los autores: Departamento de Especialidades Clínicas Odontológicas (DECO). Facultad de Odontología Universidad Complutense de Madrid (España).
Financiación: No se obtuvo ningún tipo de financiación para la realización del presente estudio.
Conflictos de interés: Los autores declaran que no existe ningún posible conflicto de interés que haya podido influir en el estudio, en los resultados obtenidos o de cualquier otra manera.
Palabras clave: [Fresado a bajas revoluciones]; [fresado biológico]; [implantes dentales]; [preparación del lecho]
Resumen
Los implantes dentales cuentan con gran demanda en la clínica odontológica actual. Tradicionalmente, se colocan a alta velocidad con irrigación abundante para evitar lesiones óseas por sobrecalentamiento. En las últimas décadas se ha desarrollado la técnica de fresado biológico o fresado a bajas revoluciones. Objetivos: 1.Determinar la cantidad de hueso recogido en microgramos durante la preparación del lecho; 2. Valorar radiográficamente el tipo de hueso según la clasificación de Lekholm y Zarb; 3. Determinar si existe interrelación entre el patrón de hueso y la cantidad recolectada. Metodología: Estudio clínico no controlado transversal con una muestra de 26 pacientes voluntarios con ausencia de premolares en maxilar. La preparación de los lechos se hizo a baja velocidad utilizando fresas de Phibo® con máximo 5 usos. Se registró la cantidad de hueso recogida de cada paciente durante la preparación, el sexo, la edad, el tipo de hueso, el hueso radiográfico hallado, tabaquismo y utilización de farmacología, así como las medidas de los implantes colocados, que fue estandarizada. Se realizó estadística descriptiva de las variables. Para el análisis estadístico inferencial se empleó el SPSS para MAC en su versión 28.0.0.0. Se comprobó la normalidad de la muestra con Kolmogrov- Smirnov y se buscó una posible relación entre las variables cualitativas “tipo de hueso” y “cantidad de hueso obtenida” con Chi- cuadrado de Pearson. Resultados: El fresado biológico permitió recoger en esta muestra, una cantidad media de 0.1185 microgramos de hueso. Conclusiones: Las fresas quirúrgicas empleadas, facilitan la recolección de virutas de hueso autólogo en esta muestra.
Introducción
En los tratamientos llevados a cabo en la odontología actual, los implantes dentales osteointegrados juegan un papel protagonista en la reposición de dientes ausentes y en el mantenimiento del hueso alveolar1. Presentan una alta demanda entre los pacientes que, por diferentes causas como infecciones o traumatismos entre otros, acuden a la consulta con edentulismo parcial o total.
Su aplicación clínica se encuentra avalada por los buenos resultados obtenidos en términos funcionales, prostodóncicos, estéticos y de preservación del reborde óseo que se observa como tendencia desde hace décadas, resultando un tratamiento seguro con excelentes tasas de supervivencia a largo plazo1-3.
De manera tradicional, la preparación del lecho en el hueso receptor del paciente para la posterior colocación del implante, se realiza con una secuencia de fresas a una velocidad de rotación aproximada de 1.500 revoluciones por minuto (rpm), descrita por Bränemark, con irrigación abundante de solución salina4.
De esta manera se realiza una ostectomía controlada y segura con la que se evitará una posible lesión térmica causada por el sobrecalentamiento del hueso que presenta un origen multifactorial (técnica de fresado, velocidad empleada, diseño de la fresa, grosos de la cortical y profundidad de trabajo entre otros)1,2,5,6,7.
Existen evidencias en la literatura científica acerca del importante papel que adquiere la irrigación salina durante el fresado óseo a alta velocidad (y no tanto del material del que se componen las fresas de preparación como en ocasiones se ha considerado), que fueron descritas desde mediados del siglo XX8,9.
En estos estudios se describe como factor crítico, que una elevada temperatura sobre el hueso puede causar daños en la adecuada osteointegración del implante, así como la recuperación y curación ósea después de la intervención10.
Este daño térmico causado por una temperatura superior a 47ºC durante 1 minuto, resulta irreparable causando necrosis en la porción de hueso intervenida, así como en el tejido conectivo alrededor del implante dental, que abocarían al fracaso del mismo. Este acontecimiento hará inviable la formación de hueso vivo entre dicho implante y el hueso sobre el que aconteció la preparación del lecho impidiendo una correcta osteointegración entre ellos2,6,7,10-13.
Además de la utilización de suero salino durante el proceso quirúrgico de interés y como alternativa al mismo, con el fin de evitar el sobrecalentamiento óseo y por tanto su disfunción, se describe y se pone en práctica una técnica denominada fresado biológico 2, descrita por Anitua en 2004.
Consiste en la preparación del lecho óseo para la posterior colocación de implantes realizada con fresas sucesivas aumentando el diámetro de la preparación y haciéndolo similar al del implante que se colocará con posterioridad, a bajas revoluciones. Esto permite realizar dicho procedimiento sin irrigación ya que, con esta condición, no se produciría un incremento térmico que pudiera dañar el hueso, permitiendo así que proteínas señalizadoras, osteoinductoras y factores de crecimiento además de otros compuestos solubles, puedan ejercer su papel crucial en el proceso13-16.
El fresado biológico o fresado a bajas revoluciones (entre 50 y 150 rpm) permite la preparación de un neoalveolo conservador, a temperatura controlada12. Sin dañar las células óseas y adaptado morfológicamente al implante mientras las fresas helicoidales retentivas utilizadas para este procedimiento, recolectan virutas de hueso autólogo del lecho implantológico. Con posterioridad, estas virutas, podrán ser utilizadas como injerto mezclado con otros sustitutos óseos o con PRGF (precipitado sanguíneo del paciente rico en factores de crecimiento, desarrollado por el mismo investigador que permite hacer la mezcla homogénea y acelerar la regeneración además de reducir la inflamación postoperatoria y el dolor)15,17,18. Por otro lado, permite controlar la dirección del fresado y evitar que esta cambie, lo cual puede resultar algo complejo en los fresados a alta velocidad12.
El hueso autólogo recogido durante el proceso quirúrgico, se deberá almacenar en bateas estériles durante el tiempo de la intervención y puede ser utilizado como injerto particulado para pequeñas fenestraciones, dehiscencias o defectos periimplantarios sin aumentar el tiempo y las complicaciones intraquirúrgicas, además de ser este perfectamente viable por la cuidadosa técnica de obtención que garantiza la viabilidad celular15-17,19. Resulta importante destacar que la cantidad de hueso autólogo que se puede obtener mediante esta técnica de fresado es algo limitada, sin embargo, resulta mínimamente invasiva a diferencia de otras técnicas empleadas como los injertos en bloque, reduciendo notablemente el riesgo de morbilidad en el paciente, así como el coste de la intervención y el tiempo empleado para la intervención sobre el paciente18.
Un grupo de investigadores españoles, afirma que las partículas de hueso recolectadas en las proximidades del neoalveolo, son altamente susceptibles a colonización bacteriana, lo que aumentaría el riesgo de contaminación y consiguiente fracaso del injerto pese a que la técnica de fresado biológico presentó bajas tasas de contaminación frente a otras técnicas empleadas para la obtención de hueso autólogo16. Estos autores recomiendan en los casos en los que el hueso obtenido vaya a emplearse como injerto, un protocolo de desinfección que comenzaría con enjuagues de clorhexidina al 0,12% previos a la cirugía y una vez que las virutas hayan sido obtenidas, estas deberán ser desinfectadas y purificadas en soluciones que contengan antibióticos y antisépticos previa su colocación en el hueso receptor20.
En definitiva y teniendo en cuenta lo anterior, el fresado biológico es una técnica de preparación del neoalveolo, que alojará con posterioridad el implante dental osteointegrado, de forma segura y efectiva. La intervención a bajas revoluciones aporta numerosas ventajas entre las que cabe destacar no precisar irrigación con suero salino ya que la temperatura no aumentará hasta límites que puedan suponer un riesgo para el hueso en tratamiento, favorece la visibilidad durante la intervención, preserva los factores solubles y respeta las células óseas fundamentales en el proceso de osteointegración entre el implante y el hueso. Además, permite la recolección de virutas de hueso autólogo que podrán posteriormente hacer las veces de injerto en pequeños defectos óseos sin precisar tratamiento quirúrgico más extenso o tiempo adicional, ya que se obtiene durante la preparación del lecho que es, en definitiva, el objetivo principal de la cirugía; y favorece la estabilidad primaria de los implantes.
La justificación de este estudio, se basa principalmente en que la colocación de implantes osteointegrados es un tratamiento odontológico predecible y altamente demandado en Odontología y gran parte de su éxito está determinado por una correcta integración entre el implante y el hueso.
Por ello, es importante valorar qué pueden ofrecer para este proceso las fresas de preparación helicoidales con usos limitados en pacientes que precisen cirugía básica de implantes y no amplias regeneraciones pudiendo determinar la cantidad de hueso en microgramos que puede ser recogido durante la preparación del lecho con este procedimiento; el tipo de hueso radiográfico según la clasificación de Lekholm y Zarb; y determinar si existe interrelación entre el patrón de hueso del paciente y la cantidad recolectada de hueso autólogo.
Materiales y metodología
Diseño del estudio:
Estudio clínico no controlado transversal siguiendo las recomendaciones de la Declaración STROBE21.
Contexto:
El estudio se realizó en el Servicio de Cirugía e Implantología del Máster de Cirugía Bucal e Implantología de la Universidad Complutense de Madrid y en el Servicio de Cirugía Bucal e Implantología del Hospital Virgen de la Paloma de Madrid.
Participantes:
Se estableció el periodo de reclutamiento desde la aprobación del estudio por parte del Comité de Ética del Hospital Clínico San Carlos (Acta 6.2/21) hasta julio de 2021, siguiendo los principios de la Declaración de Helsinki de 2013. Se seleccionaron pacientes adultos que acudieron a los centros anteriormente citados, que precisaron cirugía básica de implantes dentales osteointegrados para reponer premolares, siempre que no fuese necesaria la regeneración. No se realizó seguimiento de los mismos ya que la recogida de los datos se efectuó el mismo día de la intervención en un formulario de datos preestablecido. (Tabla 1) La selección de los mencionados pacientes se estableció siguiendo los siguientes criterios de inclusión y exclusión:
Criterios de inclusión:
- Pacientes mayores de edad de ambos sexos, que aceptaron participar en el estudio voluntariamente.
- Pacientes que precisaban la colocación de implantes dentales osteointegrados en posición de premolares superiores: 14, 15, 24 ó 25.
- Pacientes con buen estado de salud general (ASA I o II).
Criterios de exclusión:
- Pacientes que no aceptaron las condiciones del estudio, no aportaron historial previo y/o no aceptaron realizarse pruebas diagnósticas que les fueron solicitadas previas a la intervención.
- Pacientes con necesidad de regeneración ósea en la zona de la intervención.
- Colocación de implantes post extracción.
- Pacientes con contraindicaciones para la colocación de implantes dentales, bien por enfermedades sistémicas no controladas, bien por precisar para una adecuada salud general de fármacos que hagan de la colocación de implantes una contraindicación.
Intervención:
Se utilizaron cajas quirúrgicas TSA de PHIBO® con un máximo de 5 usos a 50 rpm sin irrigación. Dado que las intervenciones se realizaron en la zona de los premolares, se emplearon del tipo Serie 4 (S4) de conexión interna y diseño cónico, con un hombro de 4,7 mm de diámetro, 1,5 mm de cuello mecanizado y 4,2 mm de diámetro del cuerpo. La secuencia de fresado, recomendada por el fabricante y seguida en este estudio, comenzó con las fresas redondas de marcar. La primera de ellas para la cresta ósea con un diámetro (Ø) de 1,8 mm, requiere una velocidad de 850 rpm. Seguidamente y a la misma velocidad, la fresa de Ø 2,3 mm permitió aumentar el diámetro marcado en la cresta y centralizar el eje de las sucesivas ostectomías; posteriormente la fresa lanceolada. Una vez se haya traspasado la cortical, el fabricante recomienda profundizar con la fresa helicoidal de Ø 2,3 mm hasta la longitud planificada y seguidamente con la fresa helicoidal de Ø 2,8 mm. Una vez se realizó la secuencia quirúrgica inicial se procedió al fresado de Ø 3,0 mm y finalmente Ø 3,6 mm. Durante el proceso se comprobó tanto la longitud del fresado (con el medidor de profundidad) como que el mismo se estaba realizando de manera correcta y centrada.
En el presente estudio, los 26 implantes unitarios que fueron colocados, tenían una longitud de 13mm y un diámetro de 4,7mm.
Variables:
La variable principal del presente estudio fue la cantidad en peso (microgramos, µg) de hueso autólogo (valor obtenido en báscula de alta precisión) que se obtuvo de cada paciente durante el proceso de colocación de implantes en la zona de premolares. (Variable continua)
Las variables secundarias fueron:
- Tipo de hueso del paciente según la clasificación de Lekholm y Zarb de 198522. (Variable discreta) Determinada en el proceso intraoperatorio, así como con pruebas radiológicas.
- Interrelación entre el tipo de hueso y la cantidad de hueso recolectada en cada paciente.
Fuente de datos:
Todos los datos relevantes de la intervención y el paciente tratado, se recogieron las fichas tipo (Tabla 1). Los datos fueron anonimizados y nunca revelados a terceros y se han utilizado únicamente para el presente estudio con fines de investigación.
La cantidad de hueso autólogo obtenido durante el fresado biológico se recogió de cada fresa helicoidal empleada en el proceso de preparación del neoalveolo correspondiente y se almacenó en bateas estériles, para posteriormente ser pesado en una báscula de precisión.
Sesgos:
El sesgo principal del presente estudio se relaciona con el hecho de que no todas las fresas se emplearon en el mismo número de actos quirúrgicos.
Tamaño muestral:
Se realizó en base a un muestreo consecutivo por conveniencia entre los pacientes reclutados.
Pese a que la bibliografía disponible en lo relativo a este tema es algo escasa, pero teniendo en cuenta estudios similares previos en humanos como Pellicer-Chover et al.4 del año 2017, Anitua et al.15 en 2007 y Anitua17 en 2018en los que se utilizó un tamaño muestral de 30 implantes dentales en 25 individuos, 10 individuos y de nuevo 10 individuos, respectivamente.
Para el presente estudio, se contó con la participación de 26 pacientes que cumplieron los criterios de inclusión y aceptaron su participación. De cada uno de ellos se registraron los datos relacionados con la colocación de un solo implante en posición de premolar superior.
Métodos estadísticos:
Se realizó estadística descriptiva: media, mediana y moda de cada variable analizada (edad, sexo, tipo de hueso, tabaquismo, longitud de las fresas y cantidad de hueso recogido).
Se comprobó la normalidad de la muestra mediante la prueba Kolmogorov-Smirnov y se realizó el test de Chi cuadrado para variables cualitativas buscando relación entre el “tipo de hueso” y la “cantidad de hueso obtenido”. Para ello se utilizó el programa SPSS para MAC en su versión 28.0.0.0.
Resultados
Todos los datos que fueron obtenidos de la muestra n=26, siguiendo como esquema la Tabla 1 se registraron en una hoja de cálculo de Excel para facilitar el análisis de los mismos.
Los pacientes incluidos en el estudio tenían entre 18 y 67 años de edad. Hasta en 2 ocasiones, se reportaron las edades de 32, 33, 51 y 60 años en diferentes participantes. Las edades de los restantes participantes presentes en este estudio e incluidas en el mencionado rango, tan solo fueron reportadas 1 vez.
La velocidad a la que se realizó el fresado biológico para la preparación de los neoalveolos, así como para la recolección de hueso, se estandarizó en todos los participantes del presente estudio en 50 rpm. Siendo el diámetro y longitud de los implantes posteriormente colocados de 4,7mm y 13 mm respectivamente. Estas medidas se aplicaron en el total de participantes.
La muestra se constituyó de 13 pacientes de sexo masculino y 13 de sexo femenino.
Veintidós pacientes sobre el total, resultaron ser no fumadores, mientras que 4 (15,4%) indicaron sí serlo en el momento de la intervención. De entre los pacientes fumadores del presente estudio, tan solo el 25% eran mujeres.
Con respecto a los fármacos, el 23,1% de los pacientes del estudio, eran consumidores habituales de algún medicamento. Aquellos que no lo eran en el momento de la intervención, resultaron ser 20 individuos. De los 6 mencionados pacientes que tomaban fármacos de manera habitual durante la realización del estudio, n=4 eran consumidores habituales de antihipertensivos. 3 de estos pacientes (75%) eran mujeres de 66, 45 y 60 años de edad respectivamente. El cuarto paciente era un varón de 67 años. Los pacientes restantes sobre el total de la muestra que tomaban fármacos de manera habitual, eran n=2 mujeres de 18 y 31 años, usuarias habituales de anticonceptivos por vía oral. Por lo que de los 6 pacientes sobre el total de la muestra que estaban tratados con fármacos, el 83,33% eran pacientes de sexo femenino y el 33,33% eran fumadores en tratamiento con antihipertensivos. (Tabla 2)
Con respecto al tipo de hueso, se obtuvieron los mismos valores para las variables “tipo de hueso” y “hueso radiográfico”, ya que los valores coincidían en los 26 casos tratados.
Atendiendo a la clasificación de Lekholm y Zarb de 198522, todos los individuos incluidos en esta muestra presentaban únicamente huesos tipo 2 y 3 de los 4 posibles descritos según la citada clasificación. Del total de la muestra, n=17 presentaban hueso tipo 2, mientras que n=9 del tipo 3.
Las intervenciones realizadas para este estudio tenían el objetivo de reponer premolares ausentes en maxilar, pudiendo ocupar por tanto las posiciones (según la nomenclatura de la FDI) 14, 15, 24 y 25. Se colocó un implante en cada uno de los pacientes incluidos en la muestra.
Del total de la muestra, en la posición 14 se colocaron un total de 9 implantes (34,6%) mientras que en la posición 15, n=4. Con respecto al segundo cuadrante, en la posición 24, se colocaron un total de n=6 implantes y finalmente en la 25, n=7.
La variable principal y objeto de este estudio, son los microgramos (µg) o cantidad que fue obtenida en peso, de cada una de las 26 intervenciones llevadas a cabo en el estudio. En la Tabla 3 se observan las frecuencias y porcentajes de hueso obtenido
Con ayuda del programa SPSS para MAC en su versión 28.0.0.0, se calculó la moda, media y mediana, así como los máximos, mínimos y percentiles de cada una de las variables que fueron registradas para este estudio. (Tabla 4 y Tabla 4.1)
La media de edad obtenida en este estudio fue de 46,08 años, la mediana de 48 años y la moda de 32 años de edad en los 26 participantes incluidos de 18 a 67 años. La media de edad de las mujeres que participaron en el estudio fue de 46,4 años de edad, mientras que la de los hombres fue de 45,7 años.
Con respecto a las variables “sexo”, “fármacos” y “tabaquismo” al ser variables cualitativas nominales a las que se dio un valor numérico para su análisis, se tuvo en cuenta únicamente la moda de las mismas.
En lo relativo a los fármacos, lo más frecuente estaba entre aquellos participantes que no eran usuarios habituales de farmacología. En cuanto al tabaquismo, fueron más frecuentes aquellos pacientes que en el momento del estudio no eran fumadores.
Este mismo criterio se aplicó para la variable “localización”, en la que la moda fue la posición 14.
En las variables categóricas ordinales “tipo de hueso” y “tipo de hueso radiográfico” (las cuales presentaban los mismos resultados), se consideró al igual que en las anteriores, únicamente la moda de las mismas, que en ambos casos fue el hueso tipo 2 según la citada clasificación. El hueso tipo 3 fue predominante en los hombres (n=7), mientras que en las mujeres fue predominante el hueso tipo 2 (n=11).
Las variables estandarizadas “velocidad”, “diámetro del implante” y “longitud del implante” obtuvieron de media, moda, mediana, así como máximo y mínimo su valor, siendo estos 50 rpm, 4,7mm y 13 mm respectivamente.
Con respecto a la cantidad de hueso obtenida en µg durante la preparación de cada alveolo, se obtuvo una media de 0,1185 µg, una mediana de 0,10350 µg y una moda de 0,095 µg. La cantidad mínima de hueso autólogo obtenido fue de 0,043 µg, mientras que el máximo fue de 0,199 µg.
Se comprobó la normalidad de la muestra mediante la prueba Kolmogorov-Smirnov con ayuda del programa SPSS para MAC en su versión 28.0.0.0, que permitió determinar que la variable “cantidad de hueso obtenido” medida en µg, es una variable normal. (Tabla 5, Tabla 5.1)
Por último, se realizó el test de Chi cuadrado de Pearson para variables cualitativas buscando una posible asociación entre “tipo de hueso” y “cantidad de hueso obtenido” en µg con ayuda del mismo programa. En base a los resultados obtenidos, se desprende que no hay una relación significativa entre las variables “tipo de hueso” y “cantidad de hueso obtenido”. (Tabla 6)
Discusión
El objetivo principal de este estudio, consistió en observar si las fresas helicoidales de preparación de implantes dentales osteointegrados de Phibo®, facilitan la recolección de hueso autólogo durante la preparación del lecho implantológico para la posterior colocación de implantes, mediante la técnica de fresado biológico o fresado a bajas revoluciones, permitiendo que, con posterioridad, éste hueso autólogo pueda ser utilizado en pequeñas deficiencias o defectos óseos en el paciente.
Hasta la fecha, se han encontrado referencias en la literatura acerca del mencionado procedimiento, así como de diferentes técnicas quirúrgicas o reportes de casos en los que ésta se haya empleado. Sin embargo, la cantidad en microgramos de peso de hueso autólogo obtenido con el mencionado procedimiento, no aparece reflejado en los mismos y el hueso autólogo obtenido suele mezclarse con sustitutivos óseos no autólogos para poder disponer de una mayor cantidad para la regeneración.
De los resultados obtenidos en el presente estudio, se desprende que la variable “cantidad obtenida” de hueso autólogo durante la preparación del lecho implantológico para la colocación de implantes osteointegrados, medida en µg y objeto principal de este estudio, es normal. La cantidad media de hueso autólogo obtenida en esta muestra (n=26), en la que todos los pacientes fueron considerados para la colocación de implantes unitarios en la posición de premolares en el maxilar mediante esta técnica, fue de 0,1185 µg.
El valor máximo que fue obtenido (0,199 µg), se recogió en el individuo 24, un varón de 33 años de edad, no fumador, no tratado con fármacos en el momento en el que se realizó el estudio, con un hueso tipo 2 según la clasificación empleada, cuyo implante fue colocado en la posición 25. Por otro lado, el valor mínimo de hueso autólogo obtenido de la muestra (0,043 µg), fue obtenido del individuo 4, un varón de 60 años de edad, no tratado con fármacos de manera habitual, no fumador, con un hueso tipo 3 al que se le colocó un implante osteointegrado en la posición 25.
No se han encontrado grandes diferencias en la media de µg de hueso autólogo obtenidos durante la preparación del lecho implantológico entre los pacientes de esta muestra en base al sexo, tampoco entre aquellos pacientes fumadores y no fumadores o aquellos tratados de manera habitual con fármacos (teniendo en cuenta que en esta muestra se ha contado únicamente con la participación de pacientes tratados con antihipertensivos y anticonceptivos por vía oral).
De las pruebas de Chi- Cuadrado, se desprende que, en esta muestra, tampoco se encontró una asociación significativa entre el tipo de hueso de los pacientes sometidos a intervención y la cantidad de hueso autólogo que fue obtenida de los mismos. Además, la diferencia de obtención entre los tipos de hueso 2 y 3, encontrados entre los pacientes de este estudio, tampoco presentó grandes diferencias.
El presente estudio cuenta con ciertas limitaciones entre las que cabría destacar la ausencia de literatura en la que se especifique la cantidad de hueso obtenida por sus autores, así como la escasez de estudios similares previos en humanos con los que comparar los resultados, además del reducido tamaño muestral que ha sido empleado en este caso.
Por otro lado, emplear cajas quirúrgicas cuyas fresas hayan sido utilizadas en un máximo de 5 procedimientos, podría reducir la fiabilidad de los resultados. Sería ideal contar con fresas nuevas en cada procedimiento para poder evaluar los µg de manera más precisa, o llevar un conteo de los usos de las mismas para observar si su capacidad de corte se ve reducida y de qué manera repercute en la obtención de hueso.
Una mayor investigación sobre la técnica, en especial sobre los factores que afectan a la obtención de hueso autólogo, podría proporcionar interesantes resultados para mejorar la práctica clínica y atención al paciente, así como para la colocación de implantes, tan frecuente y demandada en la Odontología actual.
Se puede concluir que, con las fresas helicoidales para la preparación del lecho de los implantes dentales osteointegrados de Phibo® empleadas en el presente estudio, se obtienen virutas de hueso autólogo mediante la técnica de fresado biológico, siendo el valor medio obtenido de los 26 pacientes voluntarios que participaron en este estudio de 0,1185 µg. De la estadística realizada se desprende que, para esta muestra de individuos, no existe relación entre el tipo de hueso y la cantidad de hueso autólogo que fue recolectada.
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