El pasado día 8 de Septiembre se publico en el periódico El Correo el reportaje: “Euskadi eliminará el flúor del agua del grifo con el rechazo de los dentistas”, anunciando la próxima eliminación de la fluoración del agua de consumo público en la Comunidad Autónoma Vasca, que desde 1988 (Decreto 49/1988) es obligatoria.
En este reportaje, se señala que en 1988 la “higiene bucodental” de los jóvenes del País Vasco era muy preocupante, lo cual no es acertado, ya que lo verdaderamente preocupante en ese momento era la “salud bucodentaria” de nuestra población infantil, no la higiene. Desde hace mucho tiempo conocemos que la salud bucodentaria no solo depende de la higiene, aunque esta sea muy importante, sino también de otros factores como la dieta (azucares), la atención odontológica, la susceptibilidad personal, el nivel de flúor en el agua de consumo, etc. Por ello, podemos afirmar que “no tiene caries dental quien quiere sino quien puede”, dependiendo de la actuación de múltiples factores cariogénicos en un determinado individuo.
En la actualidad, la salud bucodentaria de la mayoría de la población infantil y juvenil de la CAV es magnífica, como resultado de la mejora general social, económica y sanitaria, así como de la implantación hace más de 30 años de varios programas sanitarios preventivos en nuestra Comunidad, como: el Programa de Atención Dental Infantil (PADI), el de salud escolar, de nutrición, de higiene, etc. y la fluoración del agua de consumo público. El éxito de esta suma de actuaciones ha sido espectacular.
Los estudios epidemiológicos rebelan repetidamente que todavía existe un porcentaje importante de nuestra población infantil y juvenil (mayor del 15%), que no se beneficia del PADI y presenta muchas caries, lo que coincide, en general, con la población de los sectores sociales mas desfavorecidos de nuestra Comunidad. Esta situación debiera ser suficiente motivo para mantener una medida preventiva bucodentaria científicamente reconocida como es la fluoración del agua de consumo público.
A pesar de ello esta medida preventiva quiere ser eliminada, ¿Por qué?
La eliminación de la fluoración del agua de consumo no soluciona ningún tema de Salud pública para la población de la CAV. Es más, hay muchas posibilidades de que la empeore, al motivar un aumento del número de caries en la población infantil, al reducir la resistencia dentaria al efecto de otros factores cariogénicos permanentes o en progresión.
Como hemos señalado, actualmente la salud bucodentaria infantil y juvenil en la CAV es una de las mejores, sino la mejor, incluso a nivel mundial. Ello ha sido posible gracias a la aplicación de todos los programas y a la mejora de los hábitos higiénicos, pero sobretodo del PADI y de la fluoración del agua de consumo público. Por ello, es difícil entender por qué se quiere eliminar esta prevención que es aceptada y aconsejada por organismos sanitarios internacionales como la OMS. La mejor alternativa sería mantener el programa de fluoración del agua de consumo público, optimizando la concentración actualmente sugerida (0,7 mg/l) y controlándola adecuadamente, como se ha estado realizando hasta ahora.
Para finalizar me gustaría señalar que este año, la primera generación con buena salud bucodentaria de la CAV cumple 41 años, y con orgullo podemos decir que es infinitamente mejor que la que tenían sus padres a su edad, gracias a estos programas preventivos universales, solidarios, y equitativos, que hemos ido aplicando desde 1988. Sería triste que los niños y las niñas que van a cumplir ahora 10 años, muchos de ellos hijos de los de la primera cohorte, no puedan decir lo mismo.
Por todo ello, considero que derogar el Decreto 49/1988 y eliminar la fluoración del agua de consumo público en la Comunidad Autónoma Vasca, no está justificado y que por el momento, y a la vista de los resultados, debería mantenerse.