El “Estado de alarma” no ha pasado indiferente para ningún colectivo. Algunos, como el de enfermería además de poner en valor sus funciones y capacidades profesionales, se han mostrado como un equipo organizado y bien dirigido. Desde su Consejo General se han personado donde hiciesen falta, desde ocuparse de enfermeras aisladas en terceros países, ayudando en los tramites de su regreso a España, a la compra e importación de material de protección para repartir entre sus colegiados, trabajadores en la red pública, tan escasa de material en esos momentos.
Los dentistas, lamentablemente una vez más no han tenido un presidente con el liderazgo exigible. Se ha cuestionado la participación de los Colegios en la compra de material desde su propio Consejo, en vez de ayudar y propiciar su adquisición como se hizo en Navarra, donde todos los colegiados pudieron obtener gratuitamente mascarillas.
Los dentistas una vez más no han tenido
un presidente con el liderazgo exigible
Después del ridículo con la “venopunción”, que fue el propio Consejo el que la cuestionó y la administración la que recordó que era una competencia contemplada en la Ley, ridículo doble cuando encima se quiso vender como un logro lo que era una restitución en todo caso, de algo que el propio Consejo General quiso expropiar a los odontólogos. Ahora, durante el aislamiento Don Raúl Oscar Castro, presidente del Consejo General de Dentistas sale a los medios con un “Documento Jurídico y Técnico-Científico sobre los test rápidos, nunca sometido a la asamblea general del consejo, posicionándose públicamente en contra de que los dentistas pudieran realizar test de COVID-19.
Qué empeño tiene este presidente en quitar competencias a los odontólogos. Algunos creen que es por su condición de médico, pero yo opino que no es tal, es simplemente incompetencia para ejercer la presidencia, permítanme el juego de palabras.
Afortunadamente esta no es la opinión de todos los miembros de la asamblea a la que el Sr Presidente se salta con el más absoluto desprecio, obviando los propios estatutos. Así, entre otros presidentes qué si han apoyado las competencias de los odontólogos en relación con los test, el presidente de Cataluña se dirigió a quien tenía en aquel momento asumidas las competencias en sanidad de la Generalitat, el Ministro de Sanidad, pidiendo el apoyo del ministerio, competente en ese momento por razón del estado de alarma. Ejerciendo su habitual ridículo en las formas, según opinión de muchos, el Sr. Castro se dirigió al Sr. Ministro de Sanidad desautorizando al presidente del Colegio de Cataluña, dejándose llevar por infantiles cuestiones de quien es el que tiene o deja de tener la representación, en un momento de excepcionalidad en que el ministerio había asumido las competencias de las autonomías, pero no el Consejo General las de los Consejos Autonómicos.
Como decía al principio, tomemos ejemplo de otros Consejos que trabajan por y para sus colegiados, reclamando más y más competencias para sí, que para quitarlas ya tendrán enemigos fuera de casa y no en la propia como parece les ocurre a los odontólogos.