LAS ESPECIALIDADES EN LA ODONTOLOGIA. 

    ¿Qué necesitamos?

    Dr. Manuel Ribera Uribe
    JMD, DDS, PhD Profesor de Gerodontología, Pacientes Especiales y Prostodoncia Presidente de Comité de Ética en Investigación y Medicamentos UIC (Universitat Internacional de Catalunya) Académico de la Pierre Fouchard Academy

    Es un hecho contrastado que la escasez de médicos especialistas en nuestro país es notoria. El sistema tiene, en la restringida vía MIR de formación, un enorme cuello de botella que dificulta la atención especializada a nivel de calle. Los usuarios y la sanidad en general son los que padecen el problema encontrándose con largas esperas para ser atendidos. Faltan médicos.

    La odontología está justamente en la posición opuesta. La plétora profesional de odontólogos hace que exista una gran oferta de profesionales que no se corresponde con la demanda de servicios. Sobran dentistas. 

    LA medicina está nutriéndose de profesionales procedentes de otros países para cubrir la demanda. La odontología, sin embargo, con serios problemas para limitar las convalidaciones anda detrás de conseguir la legalización de unas cuantas especialidades. Ya se verá si su existencia influye en alguna manera en el mercado de trabajo modulando la oferta y la demanda. En cualquier caso la formación de excelencia que se pretende para los nuevos especialistas ya existe en los numerosos másters profesionalizantes de alto nivel que se imparten en diversas universidades. Es decir: la población ya tiene profesionales formados en las especialidades que se van a crear, aunque no sean especialistas. Es por tanto su creación una necesidad más para la profesión que para los pacientes. Los pacientes tienen un verdadero déficit de atención en algunas especialidades carentes de programas formativos y de profesionales expertos. Los pacientes con necesidades especiales, la medicina oral, los ancianos, los que no pueden desplazarse al gabinete convencional, los que precisan sedaciones conscientes o anestesia general. Todos ellos tienen verdaderos problemas para encontrar quien les atienda o bien son atendidos por los escasos dentistas que se sienten capacitados para ello o que han seguido alguno de los pocos cursos formativos que se imparten sobre estas materias.

    la población ya tiene profesionales formados en las especialidades que se van a crear, aunque no sean especialistas

    Los pacientes no quieren padecer dolor, tienen miedo al dentista o presentan patologías médicas importantes y no siempre son colaboradores. Realizar un tratamiento bajo sedación o anestesia general es poco menos que imposible o al menos es dificultoso por la escasez de médicos anestesistas, la ausencia de servicio en la sanidad pública y lo gravoso de su coste en la privada. Si el dentista es capaz de hacer cirugías de alto nivel no veo la razón por la cuál, con la formación adecuada, no podría realizar las anestesias necesarias para sus pacientes. De hecho esto es así en otros países. La especialidad de anestesia no es exclusiva de la medicina.

       … necesario … … formar dentistas en la atención a pacientes con necesidades especiales, gerodontólogos, dentistas en atención domiciliaria, dentistas anestesiólogos …

    Se me antoja muy necesario y no para los dentistas sino para los pacientes el formar dentistas en la atención a pacientes con necesidades especiales, gerodontólogos, dentistas en atención domiciliaria, dentistas anestesiólogos. Es evidente que los conocimientos y técnicas, los procedimientos y la logística necesaria para estos profesionales requieren unos programas formativos con garantías y una cobertura legal pensando en las necesidades de la población.  La creación de estas especialidades con programas de formación específicos y regulados abriría la profesión a un nicho de mercado sin explotar, dando trabajo a odontólogos bien formados. Y lo más importante permitiría que un gran sector de la población recibiera la atención dental que ahora no recibe fácilmente. Es razonable la creación de las especialidades que están en puertas de crearse como mecanismo de mejora y control de la calidad asistencial pero, en muchos campos del saber odontológico, no es que necesitemos calidad simplemente, es que necesitamos cantidad. Si hemos llegado a tener pocos médicos y muchos dentistas es probablemente porque se pensó mas en las profesiones que en los usuarios. Es buen momento para pensar en el futuro de los pacientes.