Oferplan, o la degradación de la odontología.

F. Javier Cortés Martinicorena Estomatólogo. Doctor en Medicina y Cirugía

Oferplan, es el nombre que recibe el plan de ofertas promocionales de «El Diario Vasco» que se publica al menos durante los meses de verano, temporada que suelo pasar en esa maravillosa costa guipuzcoana. Me las encuentro a diario al leer el periódico. Se pueden ver en la cabecera de su página trasera, bien visible a todo color, no pasan desapercibidas. Las ofertas van cambiando de día en día y todas llevan su precio marcado en una etiqueta. Y todos los años me producen la misma irritación por no decir el mismo cabreo, y la misa tristeza, a partes iguales. Si la cosa no fuera a mi entender tan seria pasaría de ésa página y a otra cosa. Pero el asunto tiene su importancia al menos tal y como yo entiendo la odontología que no es cosa distinta de la medicina. Y por eso lo traigo a esta columna de opinión.

Oferplan trata de ofertas de consumo a precios atractivos, que van relacionados en el mismo anuncio a una empresa o proveedor. Junto a ofertas como «Tinte y permanente de pestañas», «Masaje relajante con aromaterapia», «Lifting relajante», o de otro tipo como «Entradas para el circo» o «Terrina de sabores» o «Brunch de lujo» o «Menú degustación de verano« o «Paseo en canoa canadiense» o…un sinfín de ofertas de consumo para el relajo y disfrute de la vida, se oferta «Implantes dentales» y otros tratamientos odontológicos. Los tratamientos dentales en el mismo cajón que los tintes de pelo o las pestañas postizas, con todo el respeto para esas actividades peluqueras. Nunca he visto –y eso que llevo años viendo estas promociones- ofertas de otros tratamientos médicos, no sé, tipo le operamos de… –ponga cado uno la intervención quirúrgica- sin demoras ni espera, a precio rebajado, que el sistema público está saturado. Los implantes dentales se ofertaban este verano a 299 euros eso sí, con opción a corona (¡!) como si la colocación de un implante dental pudiera ser un acto finalista en sí. Es decir se anuncia en promoción un acto quirúrgico como pueden estar en promoción los productos de un supermercado.

Un tratamiento médico que implica sus riesgos y puede comprometer la salud del paciente si no se realiza con las debidas garantías; que requiere una historia médica previa, una evaluación de necesidad y oportunidad, una evaluación de riesgos y planificación; un acto quirúrgico que se debe realizar en un entorno de asepsia y cumpliendo el protocolo común a cualquier intervención quirúrgica; un acto médico de relevante importancia para la salud de quien lo necesita. Por no hablar de lo primordial, que es antes de todo, responder a la pregunta de si hay alternativa a la pérdida de ése o esos dientes que se van a sustituir por implantes. Es decir, al anuncio no va de si usted necesita implantes, si no: ¡colóquese implantes dentales! Todo ello de oferta.

Esto es la banalización de la odontología hasta el extremo. Uno de los grandes avances de la medicina del siglo XX, como ha sido la investigación del proceso biológico de oseointegración de elementos mecánicos artificiales, construidos en titanio que, implantados en hueso maxilar se adhieren a él y permiten recuperar la función oral perdida. Los implantes dentales en oferta como en oferta puede estar el cambio de ruedas de su coche antes de que empiece el mal tiempo. Este es un ejemplo más de los muchos que por desgracia vemos a diario por parte de compañeros y clínicas marquistas.

La banalización de una actividad médica como la Odontología está llegando en nuestro país a límites inadmisibles desde cualquier punto de vista. Este tipo de anuncios deben estar prohibidos, al menos en estos términos y en ése contexto. Esto es propio de mercachifles no de médicos o de odontólogos y es difícil asumir, mejor dicho es incomprensible que no haya pasado ningún filtro, empezando por el propio «El Diario Vasco» y siguiendo por los encargados públicos o privados de velar por una publicidad ética y por el control y defensa de la dignidad profesional que debe ejercer el Colegio de Dentistas de Guipúzcoa. ¿Para cuándo una ley que regule la publicidad en el ámbito bio-médico?

La banalización de una actividad médica
como la Odontología está llegando en
nuestro país a límites inadmisibles desde
cualquier punto de vista