Hablamos con José María Martínez González.

Presidente de SEGER

Doctor en Medicina y Cirugía, Veterinaria y Odontología. UCM. Profesor Titular de Cirugía. Facultad de Odontología. UCM. Presidente de la Sociedad Española de Cirugía Bucal (SECIB).2009-2012 Presidente del Fellow European of Oral Surgery. 2009-2016. Presidente de la Sociedad Española de Gerodontología (SEGER). 2018 hasta la actualidad. La pandemia ha sido un antes y será un después. ¿Cómo ha incidido en la actividad de SEGER?

La pandemia sufrida provocó grandes cambios que afectaron a los profesionales y por ende a las sociedades científicas. Todas sufrimos la suspensión de innumerables citas en forma de congresos, reuniones, simposios o cursos, teniendo que recurrir a la formación online que si bien fue una alternativa, dejaba a un lado algo tan esencial como es la presencialidad y el contacto directo con nuestros compañeros. 

En este 2022 y en una situación algo más controlada de la pandemia se ha vuelto a reanudar la mayoría de las actividades en la que hemos observado que todavía persiste cierta reticencia por algunos profesionales para reintegrarse en las mismas.

La SEGER, al igual que otras sociedades entiende que es necesario algo más de tiempo para recuperar la normalidad prepandemia ofreciendo y haciendo visible las actividades presenciales habituales. El hecho de haber descubierto la formación online, no debería superponerse a las actividades clásicas porque cuando hablamos de ciencia la interacción es fundamental y el contacto directo es insustituible.

J.M.M.

La sociedad asume que todos viviremos más años y vamos adecuando nuestro hábitat eliminando barreras. ¿Los dentistas están preparados para atender a pacientes con más edad?

En general deberíamos pensar que sí. Creo que los llevamos años en la profesión hemos ido acumulando experiencia de la misma forma que nuestros pacientes han avanzado en edad por lo que nuestra compresión hacia estos adultos mayores es más sencilla.

Me gustaría pensar que los odontólogos más jóvenes muestran dotes de sensibilidad a este grupo poblacional, escuchándoles, entendiéndoles y pensando que algunos tratamientos que podrían ser aplicados a pacientes de menor edad, no tienen porqué ser los más adecuados, por muy rentables que sean.

Recientemente han celebrado el congreso anual de SEGER, este año en Oviedo. ¿Qué valoración nos puede hacer de este evento?

Para la Junta Directiva de la SEGER, ha sido una gran satisfacción volver a reanudar nuestro congreso sobre el que destacaría algunos aspectos.

El primero su ubicación en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Oviedo, marco incomparable dotado de unas grandes infraestructuras y sobre el que el Ayuntamiento de Oviedo ofreció una amplia colaboración.

Otro aspecto destacable ha sido el excelente plantel de ponentes nacionales e internacionales que han demostrado su apoyo a nuestra sociedad transmitiendo  sus conocimientos de  forma desinteresada. Aprovecho estas líneas para agradecer la labor del presidente del Congreso, el Dr. Silverio Blanco del Campo y su comité organizador por todo el esfuerzo realizado.

Así mismo, destacaría la participación de la mayoría de los alumnos máster de las diferentes universidades españolas que a través de sus comunicaciones orales y póster han puesto de relieve el alto nivel de la investigación en el campo de la Gerodontología.

Por último, el apoyo de la industria y en particular de los patrocinadores oficiales de la SEGER, porque su ayuda es esencial para la realización de este tipo de eventos.

¿Qué tipo de proyectos desarrolla SEGER y cuáles son sus planes para los próximos años?

Los principales proyectos para la SEGER siguen siendo la difusión de conocimientos, la internacionalización y el reconocimiento de la Gerodontología u Odontogeriatría en los planes de estudios de todas las Facultades de Odontología.

Para el próximo año 2023 pondremos a disposición de todos los profesionales el primer libro de Gerodontología Clínica con la editorial Elsevier y que viene a implementar las escasas referencias bibliográficas de textos sobre la atención del paciente adulto mayor.

Para ese mismo año, ya estamos trabajando en nuestro XXI Congreso Nacional y X Internacional que se celebrará en la ciudad de León bajo la dirección de los Dres. Mariano del Canto, Miguel Ángel Alobera y José Sevilla. Es un equipo extraordinario que cuenta con gran experiencia en la organización de congresos y por consiguiente estamos convencidos que será un gran éxito.

Otro de los grandes objetivos será potenciar nuestra sociedad a nivel internacional estableciendo convenios con diferentes países en los que la Gerodontología se encuentra ampliamente reconocida.

Por ello, queremos utilizar los diferentes cauces para hacer llegar a la conferencia de Decanos de las Facultades de Odontología la propuesta de incluir como materia troncal a la Gerodontología u Odontogeriatría.

Los cuatro años que tenemos por delante darán para muchos otros retos que a través de la nueva junta directiva se irán planteando y espero y deseo que al finalizar este mandato hayamos conseguido la mayoría de ellos.

¿Cuáles son los valores que aporta SEGER a la profesión?

Ha quedado reseñado en una de las preguntas anteriores el innegable envejecimiento poblacional y por consiguiente la necesidad de profesionales que entiendan los cambios biológicos y  psicológicos que se van produciendo con la edad. Las necesidades terapéuticas pueden ser muy diferentes en función de tratarse de un paciente joven o adulto mayor.

La SEGER a través de su formación persigue ahondar en estos aspectos que requieren de unos conocimientos de dichos cambios y de otros aspectos médicos que pueden condicionar el éxito o fracaso de los tratamientos.

Los estudios epidemiológicos que desde la sociedad se vienen realizando y que han sido difundidos en diferentes medios, permiten entender las características de nuestros mayores y su repercusión en el estado de salud. No olvidemos, y la evidencia científica así lo demuestra, que un buen estado de salud oral guarda una estrecha interrelación con la salud general.

Usted lleva años ya en la profesión. ¿Cuál ha sido el cambio más notable en los últimos tiempos?

En efecto, más de cuarenta años. Creo que es difícil hablar de un solo cambio, pero me gustaría hablar de dos aspectos: el tecnológico y el profesional.

En relación al primero es innegable el avance que hemos conseguido con el desarrollo de las técnicas por imagen, y en concreto la incorporación del CBCT de forma casi rutinaria que ha resultado esencial para el desarrollo de la mayoría de las disciplinas odontológicas.

Otro avance importante se ha producido en el campo de la Implantología que se ha consolidado como un procedimiento terapéutico predecible y que con el desarrollo de diferentes biomateriales ha permitido el tratamiento de muchos pacientes en los que hace años tenían pocas alternativas.

Igualmente la incorporación continua del flujo diagnóstico está revolucionando los procedimientos diagnósticos y terapéuticos, haciendo más predecibles nuestros resultados.

A este avance positivo se han añadido otros aspectos que afectan a nuestra profesión y que al menos para mí resulta preocupante, me refiero a la mercantilización de nuestra profesión y su uso en las diferentes redes sociales.

Los que llevamos tantos años hemos podido observar un cambio generacional en el que, a través de redes sociales como Facebook o Instagram, algunos profesionales se han convertido en auténticos influencers promocionando sus resultados exitosos. No digo que esto sea ilícito pero me gustaría que también nos enseñasen sus fracasos, porque siempre he creído que se aprende mucho más de estos últimos.

La estética es abordada hoy día en casi todas las áreas. ¿Tiene espacio en la odontogeriatría?

Por supuesto que sí. Cuando hablamos de envejecimiento poblacional o adultos mayores refiriéndonos a aquellas personas mayores de 65 años, no debemos incurrir en el error de olvidarnos que la mayoría de ellos siguen teniendo actividades profesionales y sociales.

 Una correcta función y estética de la cavidad oral se refleja en una armonía facial que en su ausencia puede repercutir en el estado psicológico del paciente.

Por eso no, debe causar sorpresa el aumento en la demanda de tratamientos estéticos como las carillas, alineamiento de dientes mediante tratamientos ortodóncicos, o en procedimientos de estética perilabial como la utilización, entre otros, de ácido hialurónico.

Una vez terminados los estudios de grado la formación continuada es básica para un buen ejercicio profesional. ¿Cree que la oferta formativa para los profesionales en España es suficiente para cubrir la necesidad de una buena Formación Continuada?

En general creo que la oferta de cursos es muy amplia y con objetivos muy diferentes entre las instituciones, centros, empresas o incluso particulares que ofrecen sus programas formativos.

Es evidente que muchos de ellos, están acaparados por áreas como la implantología, que representa un gran reclamo para los profesionales más jóvenes que son los más interesados en su realización.

Por el contrario, llama la atención como muchos profesionales mayores de 40-45 años dedican `poco tiempo a este tipo de formación.

Bajo mi punto de vista, y así lo he transmitido en diferentes foros, es un modelo que debería institucionalizarse como obligatorio, de forma similar a lo que ocurre en países como Estados Unidos en los que todos los profesionales, para seguir ejerciendo, deben acreditar ante las instituciones sanitarias que han asistido a diferentes cursos que garanticen su puesta al día.

¿En su opinión en la Universidad se da la suficiente importancia al área de odontogeriatría? ¿Debe ser un área independiente o se debe incluir en cada área de conocimiento un espacio?

El área de la Odontogeriatría es abordada de forma muy diferente entre las Universidades españolas. Son muy pocas las que ofrecen la asignatura de la Gerodontología, mientras que en la mayoría queda diluida y entre otras materias.

Como he comentado con anterioridad, tanto a nivel personal como representante de una sociedad científica, creo que hay contenidos y características especiales suficientes para crear una disciplina totalmente independiente. De ahí que tengamos esperanza en que el nuevo plan de estudios considere la pertinencia de incluirla en su desarrollo curricular.

En el permanente debate sobre las especialidades, ¿qué posición debería ocupar la odontogeriatría?

Este es un debate que llevamos muchos años con él y que cuando parece que se pueden oficializar algunas especialidades vuelve a aparecer algún obstáculo.

Originalmente se presupone que la Ortodoncia y la Cirugía Bucal serán las primeras especialidades que se reconozcan, dado que así figuran en la mayoría de los países de la Unión Europea.

La evolución que se produzca tras la aprobación de éstas es fácilmente imaginable y quiero pensar que otras sociedades científicas, de forma legítima, solicitarán el reconocimiento de nuevas especialidades.

El posicionamiento de la SEGER seguirá siendo prudente y de colaboración con las instituciones colegiales , a la vez que firme en su creencia que en algún momento la Odontogeriatría o Gerodontología deberá ser reconocida como especialidad.

¿Cree que la formación de los nuevos odontólogos es la adecuada para enfrentarse a su salida de la universidad al reto de atender a sus pacientes?

Es evidente que la Odontología se contempla bajo la adquisición de diferentes competencias que son abordadas tanto en el aspecto cognitivo como sensomotor. La formación de cinco años permite a los nuevos egresados enfrentarse de forma general a los tratamientos más básicos, pero los tratamientos más especializados requieren de una formación complementaria que en el panorama actual solo se puede conseguir cursando estudios de Máster o cursos de especialización.

La experiencia que se consigue con el paso de los años y la autoexigencia de cada profesional en su formación postgraduada o continua marcará la trayectoria profesional de cada uno.