“La Medicina Oral la ligamos automáticamente a” cáncer oral”. ¿Es este el único problema o nos estamos cerrando a diagnosticar otras patologías?
“la medicina oral abarca un campo mucho más extenso que sólo el cáncer oral”
Se dice que la saliva y la cavidad oral pueden ser el espejo de lo que ocurre en nuestro cuerpo. Existen numerosas patologías que pueden manifestarse en la cavidad oral, como reflejo de alguna alteración sistémica. Un ejemplo de ello, son las úlceras de repetición que en ocasiones se deben a algún tipo de déficit hematológico, o las candidiasis orales en pacientes inmunodeprimidos. A su vez, la saliva puede ser una herramienta diagnóstica interesante. A través de la saliva se pueden diagnosticar enfermedades endocrinas o alteraciones cardiovasculares, se puede monitorizar los niveles de medicamento que se ha tomado un paciente. Por lo que la medicina oral abarca un campo mucho más extenso que sólo el cáncer oral. Podemos diagnosticar enfermedades sistémicas con manifestaciones orales y enfermedades mucocutáneas, afectaciones en la secreción salival como la xerostomía o la sialorrea… La verdad que a través de la exploración de la cavidad oral podemos saber un montón de cosas sobre los pacientes, sus hábitos, y su estado de salud físico y psicológico.
¿Cómo valoras el conocimiento de los odontólogos españolas en patología oral?
Desde mi punto de vista, existen muy buenas facultades de odontología en España, donde se forma con un altísimo nivel de conocimiento a nuestros odontólogos. Por tanto, creo que la formación universitaria en España proporciona una base sólida en medicina oral, existiendo variaciones interinstitucionales, pero quizá destacaría la importancia de la realización de cursos de formación continua para mantenerse actualizados sobre los últimos avances en el diagnóstico y conocimiento de la patología oral, y demás aspectos de la odontología.
La formación continuada debería ser un requisito para todos los profesionales sanitarios en activo. De esta forma, nos aseguraríamos de que los pacientes reciben los mejores tratamientos disponibles con la evidencia científica actual.
¿Cuáles son los principales signos y síntomas que nos deben llevar a descartar cáncer oral?
“cualquier lesión detectada en la mucosa oral, que una vez eliminada la supuesta causa no desaparece o tiende a desaparecer en 10-15 días debe ser estudiada de forma minuciosa”
El cáncer oral puede aparecer en la cavidad oral “de novo”, es decir de un día para otro y sin que hubiera ninguna lesión preexistente en la zona afectada, o partiendo de un desorden potencialmente maligno, como la leucoplasia, la eritroplasia o el liquen entre otras. La labor del odontólogo consiste en realizar revisiones de forma sistemática para detectar cualquier cambio en la mucosa oral de nuestros pacientes, hacer un diagnóstico correcto e instaurar un tratamiento adecuado. El odontólogo debe comprobar la evolución de la lesión hasta su resolución completa, para poder actuar con rapidez en el caso de que el diagnóstico inicial no fuera el correcto. Respondiendo un poco más directamente a su pregunta, cualquier lesión detectada en la mucosa oral, que una vez eliminada la supuesta causa no desaparece o tiende a desaparecer en 10-15 días debe ser estudiada de forma minuciosa. Esto aplica especialmente a úlceras no dolorosas, con bordes evertidos, fondo sucio y tiempo de evolución indeterminado, de la cual desconocemos la causa.
A las consultas llegan pacientes enfermos de cáncer localizado fuera de la boca. ¿Está el odontólogo suficientemente concienciado y preparado para atender a estos pacientes?
Los planes de estudios en las Universidades españolas abordan el manejo odontológico de los pacientes con cáncer. Es conveniente aplicar los protocolos de actuación elaborados por expertos, para que los pacientes reciban los mejores cuidados siempre basados en la evidencia disponible. Un paciente que va a ser sometido a quimioterapia o radioterapia de cabeza y cuello no debería sufrir ninguna complicación por una causa dental que pudiera haberse previsto. Por eso es tan importante que también los médicos oncólogos deriven a los pacientes con tiempo suficiente a las clínicas dentales para poder poner en salud la cavidad oral de estos pacientes para que no tengan ningún problema durante su tratamiento oncológico. Los protocolos post tratamiento oncológico también deben tenerse en cuenta, ya que habrá tratamientos contraindicados en los primeros meses post radio o quimioterapia.
El taller del que serás ponente junto a la Dra. Irene Lafuente, tiene su enfoque dirigido a la “Biopsia”¿ Puedes resumirnos aquí brevemente cuando, donde, por qué y para qué?
La presidenta del congreso de la Sociedad Española de Medicina Oral, que se celebrará del 8 al 10 de mayo de este año en la Universidad Complutense de Madrid, la Dra. Rocío Cerero, nos pidió que realizáramos este taller eminentemente práctico, dentro de un programa formativo de altísimo rigor científico.
Durante el taller, cuyo modelo experimental está registrado en la propiedad intelectual, los cursillistas realizarán distintos tipos de biopsias indicados según el diagnóstico de presunción. Aprenderán a fijarse en los detalles clínicos, y a huir de las complicaciones anatómicas en el caso de que las hubiera, realizando así una toma de muestra segura y eficaz para proceder a su análisis y estudio anatomopatológico.
La Dra. Lafuente nos ilustrará sobre cómo remitir la muestra al patólogo de forma correcta y cómo interpretar los resultados del estudio. Es importante proveer al patólogo de todos los datos clínicos que podamos para que pueda ayudarnos a comprender de forma microscópica lo que ocurre a nivel macroscópico.
¿Y después de la biopsia, cual es el proceso que debemos seguir?
Pues como buena gallega, a esta pregunta debo contestar con un “depende”. Es obligación del clínico dar los resultados de la biopsia en persona. Suelo dar una cita para retirar las suturas y entregar resultados. De esta forma, compruebo si la cicatrización de la cirugía ha sido correcta, y puedo entregar el informe y las recomendaciones en mano. Si la lesión es benigna, hay que explicar al paciente las recomendaciones a seguir y el riesgo de recidiva si lo hubiera. Si la lesión es maligna, es mejor hablar con el paciente y explicarle el plan de acción en persona, menos frío, más cercano y ético. No podemos olvidar que una parte muy importante es acompañar a los pacientes a nivel emocional, aunque ya no podamos hacer más que derivarles al hospital para su tratamiento con el servicio de maxilofacial. Es importante elegir bien las palabras, ser firme, y no permitir que el paciente entre en fase de negación y comience a dar vueltas.
El consejo de odontólogos de España tiene firmado un acuerdo con todos los hospitales públicos que tengan servicio de cirugía maxilofacial. Un odontólogo que realiza una biopsia incisional cuyo resultado es un carcinoma oral de células escamosas (COCE), puede remitir al paciente al servicio de cirugía maxilofacial que le corresponda, de forma urgente. Con esta medida, al paciente se le realiza el preoperatorio y se le opera o da tratamiento oncológico específico muchísimo más rápido que si tuviéramos que derivar al paciente a su médico de cabecera. No podemos olvidar que el COCE metastatiza y la esperanza de vida de estos pacientes podía verse afectada radicalmente si el diagnóstico se retrasa. Los retrasos diagnósticos suponen hasta un 30% de las denuncias por mala praxis y negligencia en la actualidad.
¿Hacemos suficientes estudios anatomo patológicos los dentistas?
“cuántos más años de experiencia tiene un odontólogo, más importancia le da a la realización de estudios anatomopatológicos”
Desconozco las estadísticas, pero en general sabemos que cuántos más años de experiencia tiene un odontólogo, más importancia le da a la realización de estos estudios anatomopatológicos. Los odontólogos con perfil quirúrgico no suelen tener problemas a la hora de realizar la toma de biopsias, pero soy consciente de que aún hay mucho por hacer, y que hay muchos compañeros que tienen un bloqueo mental cuando se encuentran una lesión en la mucosa. Para ello, la realización de cursos, conferencias y talleres en congresos y colegios es fundamental para que estos compañeros que dudan se sientan más seguros en qué hacer, cuándo derivar y a quién por el bien del paciente.
Has pertenecido a la Junta de Gobierno del Colegio de Madrid. ¿Cómo valoras esta etapa de tu vida? ¿Qué circunstancias a destacar concurrieron en ese periodo? ¿Valoran los colegiados la labor del colegio?
“… casos, I-dental y Dentix… . Es curioso como los responsables de estos casos, han sido ya juzgados por los aspectos económicos y de seguridad social y aun seguimos esperando la respuesta de la justicia por los daños a la salud pública.”
Efectivamente, durante casi 8 años estuve en la Junta del Colegio de Odontólogos de Madrid, 4 de vocal y los últimos 3 de secretaria. En esa etapa, realizamos labores importantes, ya que justo estallaron casos, I-dental y Dentix… que han sido una desgracia para la profesión y para los que amamos la odontología. Es curioso como los responsables de estos casos, en particular, el primero, han sido ya juzgados por los aspectos económicos y de seguridad social y aun seguimos esperando la respuesta de la justicia por los daños a la salud pública. Hubo muchísimos afectados y fue una época difícil. El Colegio estuvo muy implicado en esos casos y en otros similares, menos mediáticos, siempre defendiendo el núcleo de la profesión y la salud de los pacientes, siempre tomando la iniciativa en el ejercicio de acciones legales. Hacerte consciente de que hay personas capaces de utilizar el conocimiento para aprovecharse de los demás, infligiendo daños irreversibles por su propio beneficio, fue muy duro y frustrante.
El colegio tiene la obligación de defender a la profesión y, con ello, a los colegiados que ejercen dentro de los límites de la legalidad, la ética y la deontología. Pero también debe proteger a los pacientes de odontólogos negligentes y promover una odontología de calidad.
Quizá lo más significativo que consiguió la Junta en mi etapa de secretaria fue la realización de los protocolos COVID para trabajar con seguridad en las clínicas dentales y toda la organización de la vacunación COVID; la contratación de enfermeros y la organización de los turnos del personal en función de las guardias que tuvieran en sus puestos de trabajo habituales en plena pandemia fue algo inaudito, un trabajo arduo y nunca visto anteriormente. Siento que esto fue posiblemente lo más relevante desde el punto de vista emocional que hemos podido hacer y lo que más impacto beneficioso ha podido generar en nuestros compañeros odontólogos.
Tampoco debemos olvidar la suscripción y gestión del Convenio para la asistencia bucodental de la población infantil (Programa PADI) con la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, por la que los colegiados adheridos pasaron a prestar una parte de la cartera de servicios del sistema sanitario público.
Estoy orgullosa de haber podido aportar mi granito de arena, junto a compañeros de la talla de Bruno Baracco, Natalia Navarrete, David Rubio, María Dolores Temprano, Silvia Ascasíbar, Elena Villalta, Isabel Pernia, José Aranguren y Tarek El-Halabi… grandes compañeros de los que he aprendido mucho y de los que me llevo un grandísimo cariño y recuerdo. También aprendí lo que era la política colegial y otras cosas relevantes de la mano de Antonio Montero y Marisol Ucha. Pero sin duda, lo mejor del COEM, es su personal, Lola, Miguel, Arancha, Nuria…y todos los que trabajan en el colegio, son grandísimos profesionales que hacen que todo vaya como la seda y que el colegio de Madrid funcione a las mil maravillas.
Creo sinceramente que muchos colegiados no son conscientes de todo lo que el colegio hace por la profesión y por nosotros, los colegiados. En mi opinión, debería ser recomendable para todos los odontólogos que se colegiasen en España, que hicieran un tiempo de colaboración obligatoria en sus colegios. Podían aportar sus ideas, colaborar con sus conocimientos, observar cómo son las relaciones con la administración, y comprobar la cantidad de trabajo y gestiones que se realiza en el colegio a diario. De esta forma, agradecerían más todos los servicios que el colegio pone a su disposición. Es normal que, si no son conscientes, no lo valoren. Y en ocasiones, se nos recriminaban cosas, como que no hacíamos nada por promover los números clausus en las universidades, o por ayudar a compañeros de otros países a homologar sus títulos, cuando eso es exclusivamente labor del Ministerio de Educación y el único órgano que, en todo caso podría hacer algo, es nuestro órgano superior, el Consejo de Dentistas. Entiendo que el desconocimiento y lo injusto de algunas situaciones, a veces puede llevar a la desesperación.
¿Para terminar, una recomendación para los que está comenzando su andadura en la profesión, y otra para los que ya llevan muchas jornadas a sus espaldas?
A los que están empezando, les recomendaría que sueñen alto, que no se pongan límites en este mundo globalizado, y que piensen cómo les gustaría vivir su vida. Pueden dibujar su futuro del color que deseen, pero siempre sabiendo dónde quieren llegar y qué están dispuestos a sacrificar. Las cosas buenas siempre se consiguen con esfuerzo, perseverancia y disciplina. Y un poquito de suerte.
A los compañeros que llevan años de profesión como yo, les diría que sigan actualizándose, y que sigan disfrutando cada día de nuestra profesión. Para mí, una de las más bonitas del mundo. Me siento muy afortunada de poder dedicarme a lo que me apasiona y poder compartir esta pasión formando a nuevos compañeros, y ayudando a otros compañeros a seguir actualizándose en nuevas herramientas como la aplicación del ácido hialurónico para armonización del tercio inferior o las nuevas tecnologías. Les diría que nunca dejen de aprender, para mi es una forma de mantener la ilusión y de seguir ofreciendo los mejores tratamientos de manera individualizada y personalizada para cada paciente.