La historiografía odontológica suele asomarse escasamente a otras vecindades, limitándose por lo general a lo ejercido por “dentistas”, sea cual fuera la titulación del momento, así como a los libros del ramo que estos escribieron, amén de otras áreas como la social, la profesional o la económica, intentando elaborar una historia contextualizada. Pero lo propiamente científico y técnico se extiende más allá de aquellos libros pues otras profesiones, especialmente los cirujanos, también se ocuparon del tratamiento “mayor”, de abordaje desde el ámbito quirúrgico y a veces desde la exposición de conocimientos anatómicos. Como en otros tiempos, anteriores y posteriores, durante la segunda mitad del XVIII el ejercicio quirúrgico de las afecciones orales y maxilofaciales estuvo protagonizado principalmente por cirujanos, mayores y menores y alguno de ellos incluyó en sus textos de carácter general indicaciones precisas de aplicación en nuestro territorio, tal fue el caso de Francisco Canivell en su “Tratado de Vendages y Apositos”.
Francisco Canivell[1].
Francisco Canivell y Vila nació el 5 de abril de 1721 en Barcelona. Estudió la Medicina en la Universidad de Cervera y decidió ingresar en el cuerpo de cirujanos de la Armada, acompañando al ejército en algunas misiones, principalmente en Italia. Su relación con el gran cirujano Pedro Virgili le encaminó hacia la cirugía de prestigio de su tiempo, la que se desarrollaba en los Reales Colegios de Cirugía españoles. En el de Cádiz se desempeñó como bibliotecario de 1749 a 55 y este año ascendió a Ayudante de Cirujano Mayor de la Armada, participando en las campañas de Veracruz y La Habana, acompañando también, en 1767, a Jorge Juan en su comisión a Marruecos, en 1767. Dos años después fue ascendido a cirujano mayor y vicedirector del Colegio de Cirugía gaditano, cargo del que sería cesado a la muerte de Virgili, en 1777, embarcando en la Escuadra de Luis de Córdoba para participar en la organización de los hospitales de Brest, siendo repuesto en su cargo en Cádiz dos años después. Su prestigio le hizo merecedor de la nobleza del Principado de Cataluña, en 1790, así como del empleo de Cirujano de cámara un lustro después. Falleció en Cádiz el 4 de marzo de 1797.
Canivell, brillante cirujano práctico, destacó en algunas especialidades minuciosas como la oftalmología y la obstetricia, brillando también en resoluciones frecuentes mediante la litotomía. Fruto de su experiencia, no menos que de su formación teórica, además de redactar y exponer algunos escritos que quedaron manuscritos, dio a la luz algunos títulos de provecho para alumnos de los colegios de Cirugía, como Tratado de Vendages y Apositos -vide infra- y Tratado de las heridas de arma de fuego, dispuesto para uso de los alumnos del Real Colegio de Cirugía de Cádiz (Cádiz, M. Ximenez Larrero, 1789).
El “Tratado de Vendages y Apositos”.
Con título completo de Tratado de Vendages y Apositos para el uso de los Reales Colegios de Cirugia. Ilustrado con diez láminas en que se manifiestan los apósitos necesarios á cada Operacion, tanto separados como aplicados con sus correspondientes Vendages para la mas facil inteligencia de los principiantes fue editado en Barcelona (Imprenta de Teresa Piferrer, 1763) y posteriormente en Madrid, (Imprenta de Benito Cano, 1776; Imprenta de Joseph Doblado, 1785, 1796, 1809; Imprenta de Francisco Martínez Dávila, 1821).
Consultada la edición de 1785, el libro consta de ciento cuarenta y cuatro páginas y se abrocha con diez detalladas láminas desplegables de autor desconocido que explican los diferentes tipos de vendajes, identificándose lo que reza el texto mediante letras[2]. Va precedido de una dedicatoria, firmada el 16 de octubre de 1762, a su maestro Virgili, quien le encargó su confección, advirtiendo el autor que la obra “sale á la luz solo para el uso de nuestros Colegiales, y que no se ha hecho para Maestros de nuestra Profesion”. De otro lado, el sustento de la obra reside en haber “extraido de los mejores Autores”, que no son otros que Hipócrates y Galeno, lo necesario para su redacción, de ahí que se moteje a sí mismo de “plagiario” como también, en un exceso de autocrítica, por haber tomado otros vendajes de sus maestros. La revisión ortográfica, en definitiva, la puso en manos de Joseph Carbonel, “dignisimo Maestro en lenguas, y Bibliotecario de los Caballeros Guardias Marinas”.
La ordenación del libro sigue el modelo tradicional “A capite ad calcem” (de la cabeza a los pies), tras unas generalidades que describen los muchos tipos de vendajes y apósitos, así como otras variedades, a las cuales remitiremos en el texto seleccionado, perteneciente a nuestra especialidad, para su mejor comprensión. Todo ello lo escribe el autor desde la convicción de que Si se miran con atencion las indicaciones, que presentan la mayor parte de las enfermedades, que invaden el cuerpo humano, se verá que es moralmente imposible proceder con acierto en su curacion sin el auxîlio de los Apositos, y Vendages[3]. Ítem más, tan necesario es este dominio técnico que le lleva a firmar que La destreza del Cirujano en el buen orden, y aplicacion de estos medios hace tan buen efecto en la idea del enfermo, y de los que le asisten, que parece se están congratulando de haber hallado un segundo Esculapio[4]. No se trataba de un tema oportunista este de los apósitos y vendajes, antes al contrario llegó a formar parte de los planes de estudio incluso un siglo después, como se puede comprobar en el “Programa de la asignatura de Anatomía quirúrgica, Operaciones, Apósitos y Vendajes” publicado por el catedrático en la Facultad de la Universidad Central, Melchor Sánchez de Toca, en 1866.
Relativo a nuestra especialidad, seleccionamos aquellos fragmentos que le corresponden topográficamente: “pico de liebre”, vendaje de los carrillos y “fractura simple, y complicada de la barba”.
VENDAGE, Y APOSITO PARA LA Operación del Pico de Liebre[5].
Para executar este Vendage[6], hecha la sutura con los alfileres, y el cordonete[7] se situarà baxo de sus extremidades, entre el labio, y estas unas compressas[8] pequeñas, à fin de que no molesten los extremos de los alfileres, y aplicando despues la planchuela[9], y compressas sobre el labio se contendrà todo con la fronda.
Fronda para el labio superior.
Para practicar este Vendage se tomarà una venda[10] de vara y media de largo, y pulgada y media de ancho, cortada de quatro cabos iguales, dexando sin cortar en su centro como tres pulgadas, lo que se aplicarà sobre el labio superior por su medio, conduciendo los dos cabos superiores por baxo de las orejas hasta el occipucio à cruzarlos, y bolviendo con ellos à la frente donde se sujeratàn con nudos, y los inferiores iràn por encima de las orejas al occipucio, y bolveràn como los antecedentes à sujetarse en la frente un poco mas arriba. Fig. 6. Lam.4.
(Dice al final: Explicacion de la Fig. 6. De la lLam. 4. Que manifiesta la fronda para despues de la operacion del Pico de Liebre.
Los alfileres H. el cordonete K. las compresas pequeñas L. la planchuela, parches, y compresas F. la venda E. el vendage A.B.B.C.C.D. la porcion de la venda entera aplicada sobre el labio superior A. los cabos superiores de ésta, que ván á cruzarse en el occipucio, y luego á sujetarse en la frente C.C. los cabos inferiores, que cruzandose con los superiores ván á pasar por encima de las orejas hasta cruzarse en el occipucio, y finalmente á sujetarse en la Frente B.B.D[11].)
Fronda para los dos labios.
Este Vendage es quasi como el antecedente; solo se advierte que la vela ha de ser algo mas ancha, y tener en su centro un agujero proporcionado à la boca. Su aplicacion se hace de modo que los extremos inferiores vayan por baxo de las orejas à cruzarse en el occipucio, y buelvan à sujetarse en la frente, y los superiores subiendo por encima de las orejas, se cruzaràn del mismo modo en el occipucio, y se ataràn como los otros en la frente. Fig. 7. Lam. 4.
(Dice al final: Explicacion de la Fig. 7. Lam. 4. Que manifiesta la fronda para los dos labios.
Planchuela, y compresas D. la venda. C. el vendage A.B.C. el cabo superior, que vá por encima de las orejas á cruzarse en el occipucio A. los cabos inferiores, que pasando por baxo de las orejas ván como los superiores á cruzarse en el occipucio C. dichos cabos superiores, é inferiores sujetos en la frente B.[12])
VENDAGE PARA LOS CARRILLOS[13].
Este Vendage se executa con una venda de cinco varas de largo, y pulgada y media de ancho, arrollada en un globo, y empezando à aplicarla en la parte anterior, y lateral de la cara por qualquier lado, dexando sobre el pecho un cabo pendiente como de tres palmos, se subirà obliquamente por encima de la comisura, ò angulo de los labios del mismo lado, la raìz de la narìz, y el parietal opuesto, hasta el occipucio, desde donde se darà una vuelta al rededor del cuello, cogiendo de passo el extremo, que quedó pendiente sobre el pecho, y ramversandole subirà por encima del Parietal del lado enfermo, hasta el occipucio, donde se sujetarà con el mismo circular. Hecho esto se subirà con el globo de la venda obliquamente sobre el angulo de la mandibula inferior, la raìz de la narìz, el parietal opuesto à la enfermedad hasta el occipucio, desde donde se proseguirà con quatro espirales ascendentes, dando con el resto de la venda circulos iguales al rededor de la cabeza. Fig. 8. Lam. 4.
(Dice al final: Explicacion de la Fig. 8. Lam. 4. Que manifiesta el Vendage contentivo para los carrillos.
Las compresas G. la venda F. el vendage A.B.C.D.D.E. la primera circunvolucion de vendas que vá por el angulo del ojo, parietal opuesto á la enfermedad, cuyo extremo quedó pendiente sobre el pecho A. el circular al rededor del cuello, que sujeta el cabo pendiente sobre el pecho B. dicho cabo ranversado sobre la cara, y parietal enfermo hasta el occipucio C. las circunvoluciones de venda formando espirales subiendo D.D. los circulares al rededor de la cabeza E.[14])
VENDAGES, Y APOSITOS PARA LAS fracturas simple, y complicada de la barba[15].
Siendo complicada la fractura de la mandibula inferior de herida, se guarnecerà de lechinos[16], y planchuelas[17], y sobre esto de parche[18], y compressas correspondientes, pero siendo simple la fractura, bastaràn las compressas, sosteniendo este Aposito[19], y parte con la fronda.
Tomase una venda de siete quartas de largo, y tres pulgadas de ancho, cortada de quatro cabos iguales, dexando como quatro, ò cinco pulgadas sin cortar en su centro, donde se harà una abertura segun la longitud de la venda de tres pulgadas de largo. Esta parte se adaptarà sobre el symphysis de la barba, teniendo cuidado, de que quede dentro de la abertura de dicha venda. Luego iràn los cabos superiores obliquamente por baxo de las orejas al occipucio, donde se cruzaràn, y formaràn un circular al rededor de la cabeza, y quedando sujetos estos cabos, se subirán los inferiores cruzandose con los superiores por las sienes à la parte superior de la cabeza, donde se sujetaràn con nudos, ò alfileres; Fig.9.Lam.4. ò bien siendo simple la fractura se practicarà uno de los Vendages llamados Cabestros, como se sigue.
(Dice al final: Explicacion de la Fig. 9. Lam. 4. Que manifiesta la fronda para la barba.
Planchuela, y lechinos G. compresas, y parche F. Venda E. el vendage A.B.C.D. los cabos superiores, que pasan por baxo las orejas, y se cruzan en el occipucio C. un circular formado por dichos cabos al rededor de la cabeza D. el centro del vendage A. los cabos inferiores, que ván por lo largo d ela cara hasta el vertice, donde se sujetan B.[20])
Cabestro simple
Para este Vendage se necesita una venda de seis varas de largo, y pulgada, y mediade ancho, arrollada a un globo, se empieza aplicando su extremo en la parte posterior, è inferior de la cabeza, haciendo dos circulares iguales al rededor de ella, y llegando à la sien del lado enfermo, se hace un inverso, que se sujeta con alfileres, ò puntos, baxando despues con el globo por el carrillo baxo de la barba, y bolviendo à subir por el lado opuesto hasta el vertice, se buelve à baxar como el antecedente, de cuyo modo se dàn tres vueltas, formando espirales de la primera especie, y llegando baxo de la barba del lado sano, se và por baxo de la oreja al occipucio del lado enfermo, desde donde se buelve por baxo de la oreja del lado sano à passar sobre la parte anterior de la barba hasta el occipucio, formando de esta manera dos circulos iguales, y habiendo llegado con lo restante de la venda à la parte posterior, è inferior de la cabeza, y se forman circulos iguales al rededor de ella. Fig. 10. Lam. 4.
(Dice al final: Explicacion de la Fig. 10. Lam. 4. Que manifiesta el cabestro hecho con venda de un globo.
Se practica para la fractura de la mandibula inferior, y suponiendo que la fractura es de un solo lado, se aplicarán las compresas E. la venda D. el vendage A.B.C. las circunvoluciones que ván desde baxo la barba al vertice A. las que vienen desde el occipital anteriormente á la barba C. las que abrazan la cabeza B.[21])
Cabestro doble con una venda dos globos
Tomase una venda de ocho varas de largo, y pulgada y media de ancho, arrollada en dos globos, cuyo centro se aplica por baxo de la barba, subiendo por las sienes hasta el vertice, donde cruzandose vuelven à baxar por el mismo sitio à cruzarse baxo de la barba, y de este modo se hacen tres circunvoluciones, formando espirales, y habiendo llegado à la sien, se hace un inverso para ir con los globos al occipucio, y conducirlos à la frente, haciendo de este modo dos circulos al rededor de la cabeza, y estando en su parte posterior, se cruzan, y buelven por baxo de las orejas à cruzarse en la parte anterior de la barba, y habiendo formado dos circulos, y buelto al occipucio con lo restante de la venda, se forman circulos iguales alrededor de la cabeza. Fig. 11. Lam. 4.
(Dice al final: Explicacion de la Fig. 11. Lam. 4. Que manifiesta el cabestro hecho con venda de dos globos.
Suponiendo fracturada la mandibula por ambos lados, se aplicarán las compresas, que manifiesta la let. D. luego se tomará la venda, que manifiesta la E. ys e formará el vendage, como representa la A.B.C. La A. manifiesta las circunvoluciones que vienen desde baxo de la barba hasta el vertice. La C. las que vienen del occipucio á la parte interior de la barba, y la B. las que se practican al rededor de la cabeza[22].)
Conclusión.
Las abundantes ediciones de esta obra dan cuenta de la buena acogida por parte de sus destinatarios, los alumnos de los Reales Colegios de Cirugía, pero no sólo pues también en ella encontraron los prácticos titulados un compendio bien dirigido hacia esta parte del hacer quirúrgico. En nuestro campo, el contenido de cirugía y traumatología maxilofacial quedaba reservado entonces a los cirujanos, quienes después de proceder a su resolución pasaron a la estabilización de lo operado mediante la inmovilización y protección que el autor propone. Todo ello se ayuda con las láminas, suficientes en su explicación si bien de pobre mérito artístico, que sirven de complemento para la elaboración de una sistemática de tratamiento. En definitiva, la cirugía de la época, presente en éste y otros tratados, vino a complementar el abordaje quirúrgico de tantos asuntos que todavía no eran competencia de los dentistas, por entonces ayunos de un mínimo plan de estudios que sistematizara sus competencias, lo cual tardaría al menos un siglo y medio para llegar a constituirse como tal cirugía de la región.
[1] Sobre la vida y la obra de Canivell, consultar principalmente: Ameller, C. F. Elogio póstumo de Don Francisco Canivell y de Vila… (Cádiz, Manuel Ximenez Careño, 1798); Olagüe de Ros, G. La obra quirúrgica de Francisco Canivell y Vila (1721-1797). Acta Hispanica ad Medicinae Scientarunquae Historiam Illustrandum, 4, 1984, 151-173. Orozco Acuaviva, A. Francisco Canivell y la “Asamblea Amistosa Literaria de Jorge Juan”. Medicina E Historia, 27, 1989; Ballester Añón, R. Francisco Canivell y Vila. Francisco Canivell y Vila | Real Academia de la Historia (rah.es).
[2] En un apartado final se explican asimismo, y dejaremos constancia de ello, cada una de estas láminas.
[3] Canivell, F. Tratado de Vendages y Apositos… (Madrid, Imprenta de Joseph Doblado, 1785), pág. 1.
[4] Ídem.
[5] Ídem. págs. 33-34.
[6] Llamase Vendage una, ó muchas circunvoluciones de venda hechas al rededorde alguna parte para mantenerla, ó conservarla en su estado natural, ó sostener algun aposito (pág. 12).
[7] Cordonete es un conjunto de distintas hebras de hilos dispuestos en forma de cinta, y frotados con cera, y segun la intencion de el Cirujano, se hacen mas, ó menos anchos, poniendo mas, ó menos hilos uno al lado de el otro (pág. 5).
[8] Las Compresas, ó Cabezales son unos pedazos de lienzo mas, ó menos grandes de diferente figura. Sirven para aplicar sobre alguna parte dañada, sea para mantener en ella los medicamentos, llenar los huecos, igualar las partes, ó servir de apoyo á las vendas, para comprimir algunas partes blandas, ó duras. Las Compresas se dividen en simples, y compuestas. Simples son las que se hacen sencillas de dos, ó mas cabos, y estas toman su nombre, ó extension, ó por la parte donde se aplican. Por razon de su figura se llaman quadradas, triangulares, redondas, ó circulares, semilunares, Cruces de Malta, Aspa de San Andrés, de dos, quatro, ó seis cabos, &c. Por razon de la parte donde se aplican, ó adaptan, se llaman inguinales, tibiales, &c. Por razon de su uso tambien toman diferentes nombres. Todas pueden hacerse dobles, ó sencillas segun fuere la calidad del lienzo, ó la indicacion, que se ha de seguir. A estas se pueden añadir las Longuetas divididas en dos especies, unas de amputaciones, y otras de fracturas. Las Compresas compuestas se llaman graduadas, y son de dos especies, unas graduadas iguales, y otras desiguales. Las primeras se hacen de diferentes pedazos de lienzo puestos unos sobre otros por graduacion á todos lados; y estas son de diferentes figuras. Las graduadas desiguales, que son tambien de diferentes figuras se hacen como las otras, de diferentes pedazos de lienzo puestos por graduacion uno sobre otro, pero en un solo lado (págs. 6-7).
[9] Las Planchuelas son unos planos de hilas iguales en toda su extension de figura ovalada, ó redonda. Sirven para curar las heridas, ó ulceras. Su magnitud debe ser proporcionada á la parte, ó á la extension de la ulcera, ó herida, suelen hacerse tambien de estopa (pág. 5).
[10] La Venda es un pedazo de lienzo mas largo que ancho, que sirve para formar el vendage. Se divide en cuerpo, y extremidades, ó cabos, como asimismo en quatro bordes; dos longitudinales, que son el l argo de la Venda, y dos transversales, que son su ancho. Tambien se puede dividir en cara interna, y externa, y en simple, y compuesta (pág. 7).
[11] Ídem. pág. 112.
[12] Ídem.
[13] Ídem., págs. 34-35.
[14] Ídem., pág. 113.
[15] Ídem., págs. 35-37.
[16] Estos son unos rollos de hilas de mayor, ó menor tamaño, y de figura mas, ó menos prolongada, que sirven para llenar los huecos de las heridas, ó ulceras. Suelen atarse algunas veces con un hilo por medio (pág. 3).
[17] Las Planchuelas son unos planos de hilas iguales en toda su extension de figura ovalada, ó redonda. Sirven para curar las heridas, ó ulceras. Su magnitud debe ser proporcionada á la parte, ó á la extension de la ulcera, ó herida, suelen hacerse tambien de estopa (pág. 5).
[18] …y Cataplasmas. Estos son unos pedazos de lienzo, tafetán, ó gamuza, cubiertos de algunas materias emplasticas mas, ó menos blandas. Sus usos se experimentan en la practica. Son de diferente tamaño, y figura, segun la parte á que se aplican, advirtiendo que en la extension de los emplastos ha de quedar sin cargar la distancia de un través de dedo en toda la circunferencia del lienzo, y en las cataplasmas aun mas (págs. 5-6).
[19] Aposito, pues, es un conjunto de todo lo que se debe aplicar sobre las partes externas, á fin de curar, ó paliar las enfermedades, que afligen el cuerpo humano (pág. 2).
[20] Ídem., pág. 113.
[21] Ídem., págs. 113-114.
[22] Ídem. pág. 114.