Una de las profesiones que ha sufrido grandes cambios durante estos últimos años ha sido la nuestra, debido al auge profesional y al desarrollo científico y tecnológico. Sin embargo, todavía queda un largo recorrido para alcanzar otras metas importantes.
En este sentido, quizás, una de ellas sea la especialización en odontología y en concreto de la Odontogeriatría. La necesidad parece obvia dada la tendencia demográfica de aumento de la longevidad de nuestros pacientes y la importancia que sobre ellos puede tener un buen cuidado en la salud oral.
Las características de nuestros pacientes adultos mayores les hacen ser diferentes en relación a otros grupos poblacionales por lo que se necesita un conocimiento específico de aspectos como la fisiología del envejecimiento y sus repercusiones en la cavidad oral; un conocimiento profundo de muchas enfermedades sistémicas que están presentes en ellos, y que son la base para entender e interrelacionar con los diferentes procesos patológicos de la cavidad oral; y sobre todo un conocimiento exhaustivo de los diferentes tratamientos farmacológicos que son
determinantes a la hora de tratar a los adultos mayores.
Nuestra profesión está tan generalizada que creemos que tratamientos clásicos como endodoncias, prótesis, cirugías, etc., son similares en todos los pacientes, y sin embargo, la edad es un factor determinante para plantear un enfoque distinto según las particularidades de nuestros pacientes.
Es evidente que la población adulta mayor cada vez tiene una mayor de calidad de vida, pero no lo es menos, que la misma se ha conseguido en gran parte por el control de muchas enfermedades. De ahí, que lo más habitual es encontrar a pacientes con patología multisistémica y politratamientos farmacológicos, que como he mencionado con anterioridad son determinantes en nuestros resultados.
A pesar de esta evidencia, seguimos con el reto de formar a profesionales en este campo en el que las instituciones universitarias y las sociedades científicas juegan un gran papel. En la actualidad y en la mayoría de las universidades no se ha adquirido este compromiso y son pocas las que en los planes de estudios contemplan la Gerodontología u Odontogeriatría como asignaturas del desarrollo curricular.
Por el contrario la Sociedad Española de Gerodontología (SEGER), fundada en 1990 lleva apostando por la formación específica en este campo a través de sus cursos y sus congresos nacionales e internacionales.
Próximamente, en las fechas del 2 al 4 de junio tengo el honor de presidir el XX Congreso Nacional y IX Internacional en la ciudad de Oviedo en el que se ha conseguido un panel de expertos de alto reconocimiento científico nacional e internacional que pone de relieve la labor de esta sociedad y el interés que presenta la
odontología en el adulto mayor.
Aprovecho estas líneas para animar a nuestros compañeros sugiriéndoles que se acerquen a nuestra maravillosa ciudad en la que disfrutarán de un programa científico de gran valor, de una gastronomía incomparable y sobre todo de algo no menos importante que el contacto entre compañeros.
En la actualidad, las universidades
son pocas en las que en los planes de
estudios, contemplan la Gerodontología
u Odontogeriatría como asignaturas del
desarrollo curricular