Cariology today

F. Javier Cortés Martinicorena Estomatólogo. Doctor en Medicina y Cirugía

El próximo congreso de la Sociedad Española de Odontología Conservadora y Estética (SEOC) que se va a desarrollar en el Museo Universidad de Navarra, en Pamplona, tendrá una sesión extraordinaria dedicada a la Cariología ¡Enhorabuena! Esta disciplina empieza a tomar un protagonismo que debía haberlo tenido desde hace mucho tiempo, cuando el tratamiento de la caries dental se limitaba a confeccionar obturaciones. La inercia es grande y, por desgracia, esa antigua filosofía todavía se encuentra muy impregnada en el cuerpo de nuestra profesión.

Esta es una disciplina que se ha desarrollado  en los últimos 40 años. Los primeros tratados que emplean el término “Cariología” aparecen a finales de los años 70 del siglo pasado, y el boom de publicaciones se da desde los 80 hasta nuestros días. Sin embargo, todo esto tiene sus antecedentes unos años antes (1940-50) con el descubrimiento del efecto protector de los fluoruros sobre la caries dental. De hecho, el primer grupo de trabajo reconocido como tal, el European Working  Group for Fluoride Research and Caries Prophylaxis, es el que da lugar a la European Organization for Caries Research (ORCA) en 1953, promotora de la publicación científica Caries Research, primera publicación que se ocupa en exclusiva de la investigación sobre la caries dental desde el año 1967. A día de hoy, sigue siendo una de las publicaciones de primer nivel en el ámbito de la odontología.

La definición de caries se ha ido completando y modulando. De la definición que aparece en el primer libro sobre Cariología (Newbrum, 1978): “Dental caries or tooth decay is a pathological process of localizad destruction of tooth tissues by microorganisms” a la actual, contenida en el Currículo de Cariología. Estudios de Grado en Odontología en España (2020)*, como: “Enfermedad mediada por la biopelícula, modulada por la dieta, multifactorial, no transmisible y dinámica que da lugar a la pérdida neta de tejido duro dental”, hay claramente una evolución. Cierto que en su versión clínica es, básicamente, la misma –destrucción de tejido-, pero introduce algunos conceptos adicionales y dos aspectos que va a ser relevantes en su manejo: “…enfermedad multifactorial y dinámica”. Y este es el núcleo duro de cómo hoy debe ser abordada esta patología.

Del enfoque que se ha ido desarrollando en las últimas décadas, el más importante ha sido el de pensar sobre ella en términos de enfermedad y no solo de cavidades. Lo dijo Harald Loë ya en el año 1995: “The question is not primarily whether amalgam, composite, or any other material will fill a cavity. The real issue is to make the distinction between caries as a disease and caries as a lesion../.. We can no longer be limited in ours efforts to merely restore the individual tooth surface”. Esto se halla bien representado en el llamado iceberg de la caries de Nigel Pitts (1995).

Este cambio ha implicado la entrada en escena de dos conceptos claves en el manejo de esta enfermedad: el riesgo y la actividad de caries. Ningún tratamiento puede ser abordado con éxito si no tiene en cuenta estas dos variables. Durante décadas, la odontología conservadora se limitó a tratar únicamente las lesiones poniendo el énfasis en la excelencia de los materiales y las técnicas restauradoras –una cierta orfebrería dental-. Otro tipo de actuaciones se consideraba que era campo de “los de preventiva”. La extensa investigación habida desde finales del siglo pasado ha mostrado el carácter dinámico de la enfermedad y, por tanto, la necesidad de valorar el riesgo y la actividad antes de iniciar cualquier tratamiento. “Lo que en un principio fue considerado como prevención de la enfermedad es en realidad una actuación activa sobre el proceso de desmineralización intermitente ../.. Por eso, los procedimientos preventivos deben ser considerados en realidad como tratamiento que interfieren en la progresión de la destrucción del tejido dental.” (Thylstrup y Fejerskov, 1986. Caries.-Textbook of Cariology-. Prefacio).

La caries es tan antigua como el Homo Sapiens. Desde valores cercanos a cero, la curva de prevalencia va aumentando muy despacio en la era prehistórica -con el inicio de la agricultura- y durante la edad antigua y media; luego, ésta aumenta de manera rápida a partir de finales del S. XVI –cuando aparecen el azúcar y las harinas refinadas- y de manera espectacular a finales del S. XIX y primera mitad del S. XX (estos productos de abaratan: pandemia de caries, afecta al 99,9% de la población en algún momento de su vida; en el Reino Unido en los años 1970, el 97% de los jóvenes de 15 años tenía un tercio de sus dientes careados; el 30% de los adultos era desdentado total).Por eso ha sido definida como una enfermedad de la civilización y su relación causal con la dieta está fuera de toda duda.  A partir de los años 1980 comienza el declinar aunque con grandes diferencias entre países. Declinar que es más evidente en los niños y jóvenes (aunque no tanto en la dentición temporal) y sus efectos se empiezan a reflejar, ya en este siglo, en las edades adultas. España acompaña en este fenómeno: el número dientes afectados por caries en 2020 es entre 2 y 4 veces inferior a 1990.

*https://sespo.es/wp-content/uploads/Curriculo-Cariologia-mayo-2020.pdf