La Anatomía dental en la obra de Valverde de Amusco

    Javier Sanz Académico de Número de la Real Academia Nacional de Medicina de España Magister en Bioética Clínica (UCM) Profesor de “Historia de la Odontología y Bioética” (UCM)

    Uno de los mayores avances que vivieron la Medicina y la Cirugía del Renacimiento fue la irrupción de una Anatomía basada en el revisionismo de la obra de Galeno, que se practicó en cadáveres con minuciosas disecciones. Destacó sobre todos Andrés Vesalio, de reconocido magisterio tras la irrupción de su obra De Humani Corporis Fabrica Libri Septem (1543). Entre sus continuadores, formando parte de la excelente promoción italiana, destaca el español Juan Valverde de Amusco (o Hamusco) con su Historia de la composición del cuerpo humano (1556) en la que encontramos sus saberes anatómicos dentales.

    De Valverde se conocen menos datos biográficos de los deseados, pues tanto mejor se podría analizar su excelente obra anatómica. Nacido en la villa palentina de Amusco, hacia 1525, marchó en torno a 1542 a Italia para formarse en la universidad de Padua, donde sería alumno de Mateo Renaldo Colombo, sucesor de Vesalio y a la larga rival de éste. Con Colombo pasó a la universidad de Pisa en calidad de estudiante y, probablemente, de disector, después le acompañó a la universidad de la Sapienza en Roma y es probable que en esta ciudad lograra su título el español, antes de 1551, tras lograr la ayuda del cardenal Jerónimo Verallo. De otro cardenal, el español Juan Álvarez de Toledo, sería médico personal y también trabajaría en el Hospital del Espíritu Santo en Sassia. Con el fallecimiento de éste en 1557, y de Verallo dos años antes, quedaba si no en precario, sí a la expectativa, pero el éxito de su obra llegó a compensarle y le otorgó también justo reconocimiento. No se sabe dónde falleció, fechándose su último dato en 1587, en Roma.

    La “Historia de la composición del cuerpo humano” La primera edición de la obra que le dio fama tuvo lugar en Roma, año de 1556, impresa por Antonio Salamanca y Antonio Lafrerii y patrocinada por Álvarez de Toledo, con grabados del español Gaspar Becerra, servidor asimismo del cardenal español. A ésta siguieron otras varias, en italiano y, también, en español, como la de 1561 (ed. consultada por nosotros). Las láminas de este libro se basaron en parte en las de la Fabrica de Vesalio aunque con modificaciones y aportaciones que pueden ser claramente contrastadas.

    Una de las más personales características es la nomenclatura llana que utilizó para identificar algunas estructuras, como barriga (abdomen), cuerdas (tendones), entresijo (mesenterio), pellejo (dermis), tragadero (esófago) y morcillos (músculos), etc., o pesebrejos (alveolos dentales) sin que perdiera por ello un ápice de su categoría.

    Como en otros tratados anatómicos, la obra de Valverde no pue- de ser valorada sino íntegramente, pero razones de espacio nos llevan a concentrarnos en lo propiamente dental, aun cuando hay que cotejar las descripciones de ambos maxilares, musculatura, lengua, vascularización e inervación del territorio, etc. Así, el libro primero, “en el qual se trata de los Huessos”, está armado en treintaiocho capítulos, y dedica el séptimo al propósito de nues- tro estudio con el título “De los Dientes”. Así dice:

    Avnq los dientes sean diuersos de los otros huessos, assi en sentir y estar descubiertos (lo q ningun otro haze) como tambien en q siempre crecen todo el tiempo de la vida (como se vee en los q tienen algun diente sacado; porq el q estaba frontero; como no se friega con el compañero, no se come, y assi queda mayor que los otros, los quales crecen tanto, quanto cada dia se gastan mascàdo; empero ni por esso se an de dexar de poner en cuèto de huessos, pues ningun otro nombre mas razonablemente se les puede dar. Son pues los Dientes todos treinta y dos: diez y seys por quixada. Cada uno de los quales tiene una Añadidura, q se cae en los niños entre los cinco, y los nueue años. Y aunq vulgarmente se dize q los mudan no es sino, q se les cae esta Añadidura porq los Dientes, como son partes esperma- ticas del cuerpo, no tornan a nacer despues de caydos. Y si alguno me dixesse, como son partes espermaticas, pues no salen hasta pasado vn año? Respòdo, q aunq no se ven (por estar cubiertos con las enzias) ninguno nace sin ellos.

    Destos dientes los quatro de delante fueron llamados delos Griegos Tomis, q quiere decir Cortadores, porq con ellos cortamos lo q comemos, y tiene cada vno vna raíz sola. Despues dellos se siguen los Colmillos vno por lado; llama- dos Caninos, porq son semejantes alos dientes del perro. Mas atrás estan las Muelas, cinco de cada lado, llamadas assi, porq con ellas molemos la comida. Empero las de abaxo tienen dos rayzes, y algunas tres, las de arriba tres y algunas quatro, principalmète las dos postreras, y las pri- meras las tienen mas largas, q las postreras. Empero las rayzes delas vnas y las delas otras tienen al cabo (nomenos q las delos Dientes y Colmillos) vn peqño agujero, por el qual entra vna vena, vn neruio, y vna arteria. Y es de notar cerca del numero delas Muelas, q algunos ay q no tienen sino quatro por lado, otros cinco de vn lado y quatro de otro, ò cinco de abaxo y quatro de arriba, ò al contrario. Esta va- riedad causan las muelas llamadas Cordales (q nacen des- pues q comieça la Barba) porque algunas veces no nacen en todos los lados. Todos estos dientes se encaxan en vnas concavidades, q estan en las quixadas (en cada concauidad vna) las quales llamaron los Latinos Praesepiola, (q quiere decir pesebrejos) por ser semejantes à ellos2.

    Más adelante, en la tabla V del libro primero se incluye una re- presentación dental -veáse imagen- que queda perfectamente identificada en la explicación de la página adjunta. Nótese la semejanza con los dientes representados en la “Fabrica” de Andrés Vesalio. Así dice el texto:

    Figura. V.

    Esta figura representa los diètes y muelas de un lado, assi los dela vna quixada como las de la otra, sacados todos del huesso, porqu se puedan ver mejor las rayzes.

    AA Los dientes de la quixada de arriba. BB Los de la quixada de abaxo.
    1.2. Los dientes de delante.
    3. Vn colmillo

    4.5.6.7.8. Quatro muelas
    C. La parte de arriba delas muelas
    D. La parte de arriba de los dientes
    E. Vna muela hendida, para que se vea el hueco de dentro..

    Colofón

    Este apartado anatómico dental no pasa de ser lo que debe en un libro de Anatomía “general”, una descripción morfológica de cada clase de dientes, sin distinción entre los permanentes y los temporales en cuanto que éstos no son para el autor sino una prolongación de aquellos. No obstante, conviene no perder la vista la propia idiosincrasia de la cirugía de la época y así este libro está dirigido a profesionales de mayor rango, es decir, universitarios, médicos y cirujanos, ninguno de los cuales sentía especial atracción por estas partes que eran más bien objetivo de los sacamuelas. Aun así, éstos no recurrirían por lo general a literatura ni tan elevada ni más elemental por mucho que hubiera sido puesta en romance pues su ejercicio era fiel a su denominación, “sacamuelas”, consistiendo desalojar la boca de todo diente enfermo casi como único remedio, lo cual aprendían junto a maestro o por propia experiencia.