[Dr. Alberto Manzano]
CEO de Plan Synergia. Consultoría Dental Ética.
[spacer color=»B2B2B2″ icon=»Select a Icon» style=»2″]
L
os dentistas tenemos una batalla abierta. Algunos ya se han dado cuenta, otros no. A algunos les gusta, a otros no. Algunos se están beneficiando, y otros perjudicando. Y la cosa se pone “interesante” con las nuevas adquisiciones de franquicias y pequeñas redes de clínicas por parte de grandes grupos de inversión de riesgo.
Una vez tuve la oportunidad de mantener una charla con un directivo de uno de estos grandes grupos de inversión de capital, y me contó que decidieron meterse a coger un gran trozo del pastel de la Odontología, no sólo porque dejara unos márgenes de beneficios muy altos, sino porque no nos veían como competencia a los dentistas. Somos una rara especie que nos preocupamos más por la morfología de la reconstrucción de la cara oclusal del 1.6 que por medir el grado de aceptación de nuestros presupuestos o el beneficio neto obtenido en el mes.
¿A alguien se le ocurriría ponerse a poner implantes sin haberse formado antes? Pues es lo que hacemos cuando gestionamos una clínica dental con lo que aprendimos en la carrera acerca de dirigir empresas (en mi caso, cero). Y claro, hacer algo basándose en la intuición puede ser muy peligroso. Hace años me sorprendía mucho cómo dentistas con la misma formación académica, misma experiencia, similar habilidad técnica, inversión económica parecida, etc… acababan creando clínicas de éxito muy dispar. Ahora ya no.
Ahora sé que más del 80% del éxito ocurre (nos guste o no) fuera del gabinete: cómo nos comunicamos con el paciente, el nombre de la clínica, la decoración, personal formado en atención al paciente… hasta la música que suena es importante (que se lo digan sino a los centros comerciales).
SOLUCIONES: ¿Se puede ganar la batalla?
Sin lugar a dudas. En Plan Synergia estamos completamente convencidos de que el futuro puede ser de las clínicas de dentistas. Y lo demostramos constantemente con los clientes que confían en nosotros y nos abren amablemente las puertas de sus clínicas, ¡y algunos hasta de sus casas!
Hay básicamente 2 grandes vías para luchar contra las grandes empresas del diente:
- a) Blindar nuestros derechos mediante leyes que nos protejan.
- b) Competir empresarialmente con las reglas del mercado (oferta – demanda), pero de una manera ética y honesta, tanto con la profesión como con el paciente.
No tengo espacio para explicar por qué la opción “B” me parece la más correcta; aunque, como odontólogo, también estaría encantado de que surgiese la famosa ley de “que sólo los dentistas podamos abrir clínicas y se cierren la mitad de universidades”.
Hay que aprender a competir en el mercado. Hay que invertir también en cursos de cómo dirigir una clínica dental. Creemos que las clínicas de dentistas lo tienen todo para triunfar, creemos en ti. De verdad que las macroempresas del diente se empezarían a asustar si empezamos a hacer las cosas mejor en ese aspecto, individualmente clínica a clínica, y también como colectivo en campañas de marketing, estrategias empresariales, estilos de comunicación, etc…
La visión de Plan Synergia es devolver el papel de cuidadores de la salud bucodental de la población a las clínicas propiedad de dentistas; y, para eso, necesitamos que las clínicas se hagan fuertes económicamente y líderes en su zona de influencia. Por cada paciente que esté bien cuidado en nuestro bando, no lo estará en el suyo.
Os animamos a ayudarnos en este objetivo. Con nosotros o con la consultoría que queráis (fundamental que sea dirigida por odontólogos y no por empresarios o comerciales). Pero formaos, cread empresas fuertes porque el invierno se acerca… ●