PICOPATOLOGIA Y PINTURA. PARTE II

Juan Alió Sanz
Doctor en Medicina y cirugía
Profesor titular de ortodoncia, Universidad Complutense de Madrid
Académico de la Pierre Fauchard Academy
Artista pintor

¿Existe una relación entre un trastorno mental y la creatividad artística?

La pregunta básica es si una determinada obra de arte, en este caso un cuadro, puede reflejar una cierta patología mental.

 

INTRODUCCIÓN

En el anterior artículo (Psicopatología y pintura. Parte I. Odontólogos de Hoy, 2025. Vol 14, núm. 72) hablamos de la relación entre ciertos trastornos mentales y como pueden expresarse estos en la realización de una determinada obra de arte. En ese artículo nos referíamos a trastornos neuróticos y a cuadros depresivos. En este caso me voy a referir a un determinado trastorno psicótico y como este se puede reflejar en un cuadro, me estoy refiriendo concretamente a la esquizofrenia. 

En realidad lo que denominamos esquizofrenia es un conjunto de trastornos mentales crónicos y a menudo incapacitantes. Básicamente se trata de un trastorno íntimo de la conciencia que lleva al paciente a una percepción alterada de la realidad, con una sintomatología muy difusa y poco concreta que puede ir desde un pensamiento desorganizado, una disfunción social hasta ideas o percepciones delirantes, ya sean estas auditivas o visuales.

La expresión artística es capaz de plasmar en la obra lo más íntimo de la conciencia del artista que la realiza. Al final, la obra de arte es la expresión del concepto de realidad del propio artista. Por todo esto, cuando analizamos las obras de determinados artistas con una cierta patología psíquica, lo que en realidad percibimos es su concepto de la realidad, concepto este que puede estar muy alejado del concepto de realidad general que todos tenemos pero, que por otro lado, nos abre el camino a una realidad no accesible ni a nuestros sentidos ni a nuestra razón.

Algunos autores (Prinzhorn 1966) señalan que la expresión artística de los pacientes psicóticos se basa siempre en una serie de modelos que clasificó como tendentes hacia la expresión, el simbolismo, el juego, la ornamentación compulsiva, el orden

pautado y la copia obsesiva. Todo esto es muy discutible, como también hay controversia entre diferentes autores sobre si es posible que un enfermo esquizofrénico sea capaz o no de crear arte durante sus crisis.

A continuación vamos a ver a algunos pintores claramente esquizofrénicos y como expresan su patología a través del arte, en este caso, la pintura.

Louis William Wain (18601939) fue un artista inglés que realizó una obra obsesivo-compulsiva relacionada siempre con los gatos. La evolución de su obra representa para muchos autores el reflejo de como el padecimiento mental influye de manera determinante en la obra realizada por un determinado artista.

Louis Wain. Gatos caleidoscópicos. Patrón de gatos en verde (1930)

 

En la obra “Gatos caleidoscópicos” observamos esa realidad idealizada del autor en relación con los gatos, protagonistas estos de prácticamente toda su obra. Desde las pinturas originales a las más tardías se observa que la obsesión-compulsión hacia estos animales se fue transformando en una realidad percibida por el autor que se sale completamente de la realidad convencional.  En esta obra, la realidad de la figura felina queda completamente suplantada por una figura que esta mas cerca de un ser indeterminado que de cualquier animal.  

 

 Séraphine Louis (1864-1942)

También conocida como Séraphine de Senlis era una artista muy peculiar cuya vida sigue teniendo muchas sombras. Era huérfana desde los 7 años. En su personalidad destacaban su discreción y timidez; no hablaba con nadie. Dedicó su vida al trabajo, primero como pastora, después a servir, tanto en casas de la burguesía como en un convento de monjas. Comenzó a pintar a los 42 años, aunque nadie sabe ni cómo ni por qué; ya que no tenía ninguna formación académica. Su obra se compara con la de Vicent Van Gogh, pero no parece que haya recibido ninguna influencia de ningún pintor, por lo que se muestra única en su género.

En 1912, el coleccionista alemán Wilhelm Uhde –descubridor de Picasso, Braque y Rosseau– se fijó en Séraphine durante su estancia en Senlis. Durante unos años, Séraphine se convirtió en la artista naïf del momento, sus obras se dieron a conocer en la capital francesa y en los círculos vanguardistas. Pero Uhde fue perseguido por la Gestapo y, debido a la Gran Depresión, dejó de comprar sus pinturas.

Seraphine Louis.El arbol de la vida. 1928

Al igual que veíamos en la obra de Wain, Seraphine pintaba de forma obsesivo-compulsiva las hojas y los arboles. Completamente autodidacta, utilizaba una técnica mixta en la que mezclaba la pintura, con cera, arena e incluso sangre. Podemos decir que Seraphine fue la precursora de  todo el movimiento naif y sus obras están llenas de vigor y entusiasmo, todo lo contrario a lo que fue su vida. Vemos, como siempre, una percepción de la realidad ajena a sus sentidos y a su razón.

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  1. Josef Förster (1878-1930)

Como emblema de la Colección de Prinzhorn , se eligió la única obra de Josef Förster , enfermo mental, nacido en 1878, que vivió en un centro psiquiátrico en Ratisbona. Su única obra (1916) es modernista con estilo expresionista. Está compuesta de una figura masculina suspendida en el aire mientras sujeta con las manos unos largos zancos con el rostro cubierto. Representa a un hombre que ha perdido su propio peso y su comunicación con el mundo debido a la enfermedad, y, por ello, tiene que proveerse de gravedad artificial.

Josef Foster. Hombre suspendido en el aire. (1916)

En la propia pintura se puede leer una descripción de la obra por parte del artista: “Esto debe representar que, cuando uno no tiene ningún peso corporal que tenga que cargar puede ir entonces, suspendido en el aire.

 

Josef Grebing (1879-1940)

La vida de josef Grebing discurrió por vías muy normales hasta que su psicosis termino por romper drásticamente ese camino convencional. La manera que encontró para reflejar lo que sentía mas íntimamente se manifestó en la realización de una serie de pinturas en las que unió interminables listas de números, filas, calendarios…etc. De esta manera, conseguía dar un sentido a algo que no podía comprender, ya que la enfermedad estaba ligado a el mismo. Los psicóticos no entienden el mundo convencional cuando están en su estado mas florido de su padecimiento. Sin embargo, Grebing logró embellecer algo tan falto de atractivo visual como pueden ser columnas de números unidas a símbolos y ornamentos.

 

Josef Grebing. Sin titulo. 1931

 

En la obra de Grebing queda manifiestamente abierto el tema de la caducidad de la vida y la asunción de la propia muerte. Detrás del prolijo orden de algunas de sus obras, la obra de Grebing añora esa ruptura a lo establecido vitalmente.  El cuadro para este artista es un medio de buscar la comunicación directa con el espectador y abandonar su propia e íntima soledad.